Preludio de la Semana Santa

30/03/2012 - 15:20 Redacción

Llega la Semana Santa y parece que con ella las deseadas lluvias. El esperado descanso vacacional parece que estará pasado por agua y los desfiles procesionales, también. Ayer no fue el caso. El cielo respetó y las primeras procesiones que dan el pistoletazo de salida a la Semana Santa llenaron de color y devoción los municipios de la provincia. Como es tradicional son muchos los que ya se preparan para vivir de forma diferente este periodo eminentemente religioso y, en otros tiempos, de recogimiento. Para otros ya no tiene sentido la Semana Santa. La principal razón que alegan, nada alejada de la realidad, es que se ha perdido su significado para las mayorías. Es ya un tiempo de playa y viajes, y no de espiritualidad. Quizás, piensan, también, que es mejor eliminarlo para que seamos más productivos; o para construir un Estado laico de verdad. Sin embargo, la Semana Santa es la fecha más importante para el cristiano; y por tanto, se debe dar el valor debido. Lo ideal sería dedicarle todo el tiempo posible para que sirva para un mayor acercamiento al Dios que se encarna, sufre con nosotros, y resucita. Se trata de encontrar un hueco para la meditación y alejarnos un momento de la distracción vacacional. Es el aspecto más espiritual de un periodo que cada día es aprovechado por más ciudadanos para escapar de la rutina. Eso supone otro reto, y es el de que todos los que salen de viaje vuelvan sanos y salvos a casa. Las carreteras de la provincia registrarán, durante estos días  unos 500.000 desplazamientos durante. La mayor cantidad se producirá entre el próximo miércoles y el lunes, 9 de abril, cuando se calcula que haya unos 300.000. Son muchos vehículos y muchos conductores. De ahí lo necesario de adoptar todo tipo de precauciones. No empezamos con una buena estadística: si en 2011, en lo que va de año, aún no se habían producido víctimas mortales, en este 2012 la cifra ya asciende a siete. Pasen como pasen estos días, tengan en cuenta que más allá de la fe y la devoción está la precaución, así que si va a ponerse en carretera, ese es el mejor equipaje.