Que las instituciones públicas recuperen sus raíces morales

27/01/2011 - 00:00 Jesús Domingo

Tal vez motivado por el caso del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y la prostitución de menores, Benedicto XVI ha pedido a la “sociedad y las instituciones públicas” que recuperen “sus raíces espirituales y morales” para dar “una nueva consistencia a los valores éticos y jurídicos de referencia” y por tanto “a la acción práctica”. Además, el Papa ha recordado que “en el pensamiento moderno” se ha desarrollado “una visión reductiva de la conciencia” según la cual “cada uno tiene su propia moral” (relativismo). La consecuencia más evidente, según ha explicado Benedicto XVI, es que “la religión y la moral son marginadas en el ámbito subjetivo y privado” y que “la fe y sus valores” no tengan “derecho a un puesto en la vida pública y civil”. En la misma ocasión ha manifestado que la Iglesia no cesa de ofrecer su contribución a la promoción del bien común y de un progreso auténticamente humano y ha pedido que se ofrezcan un buen ejemplo de positiva interacción entre “sana laicidad y fe cristiana”. ¿Están nuestros políticos dispuestos a contribuir en este progreso? cabe preguntarse.