Quien guarda calla

04/10/2011 - 00:00 Carmen Bardají Vidal

 
  
      En algunos lugares de España, ha sido un verano muy seco; la lluvia, salvo dos o tres chaparrones, ha brillado por su ausencia. Los pantanos bajan a marchas forzadas. Es verdad que en algunos sitios llueve poco, pero en cuanto vemos de alguna manera que un río va lleno o que un pantano está hasta los topes, ya funcionamos de manera, qué !ancha es Castilla! Por una parte puede llover y que ese agua no la recoja nadie y que se vaya al mar. Aquí podría hacer algo más el Gobierno que sea, o los gobiernos que sean. Malgastamos el agua de una manera desorbitada.

   Abrimos los aspersores sin calcular de ninguna manera, que posiblemente la noche anterior ha estado lloviendo a cántaros, pero como el aspersor estaba programado, pues allí sigue durante todo un día o una mañana. Y eso pasa en toda España aunque digamos lo contrario. Siempre estamos en crisis de algo, pero eso hay que pensarlo antes. Decimos: Qué sol, qué buen día hace. Sí, pero tiene que llover y tenemos que recoger el agua como sea y de la forma que sea. Dicen que en Andalucía ha llovido tanto estos días, que habrá agua para siete años, pues aprovechémosla también y por otra parte, pensar que si ha llovido tanto, cómo les habrá ido a las personas que han sufrido las inundaciones y las consecuencias.