Realidades de la vida

19/10/2012 - 13:28 Redacción

El pasado día 4 de septiembre nuestro nietecito cumplía tres meses. Es el hijo de nuestro hijo menor, aunque también tenemos otra nieta con 22 años y otra con 10. Ahora voy a escribir estas líneas y pronto vemos como se hacen unas señoritas y unos hombres. Yo, a mi nieto es difícil que le pueda ver con la edad de nuestra segunda nieta pues tendría que tener yo 93 años, pero nunca hay que pensar en lo peor, hasta que Dios lo decida.
Ahora, voy a tocar sobre alfo de mi mismo y a la vos que me habla de mi experiencia. En la actualidad tengo 82 años y la vida nos ha dado para mucho: trabajar, divertirse, ilusiones, desilusiones… A veces, cuando eres joven crees coger el mundo con las manos, te equivocas o aciertas, todo es así de relativo, así de claro, a veces bonito. Cuando vas detrás de alguna chica que te parece guapa, que te cae bien o que es simpática, todo queda como aves que van de paso. Cuando van avanzando los años, aquellas ilusiones de antaño quedan atrás y tienes que decidir de encontrar pareja para llevarla al altar y formar un hogar. Después vienen los hijos, es entonces cuando nos damos cuenta de lo que luchan nuestros padres por sacarnos adelante. Nosotros debemos seguir el mismo camino para educar a nuestros hijos.
Voy a salir un poco de esto ultimo y tocar algo de cómo veo el mundo y la sociedad en la que estamos todos inmersos. Para mí es triste seguir por el camino que llevamos. Sería bonito que las personas dejásemos de especular para ver cómo hacernos con más patrimonio a costa de lo que sea, que los mandatarios sean transparentes para todos los ciudadanos por igual sin tráfico de influencias para nadie y que el ciudadano de a pie dejemos de dudar de ellos, sean de la ideología que sean.
Deseando el bien para todo el mundo como para uno mismo, un cordial saludo.