Recortes, ¿Cuál es el límite?

24/08/2012 - 00:00 Redacción


No es una película nueva, simplemente capítulos que se suman a un guión que no gusta y genera dudas sobre su desenlace. Con fecha de este martes, dos nuevas órdenes del Gobierno regional hacían temblar a los casi setecientos interinos que perderán su puesto de trabajo por los llamados ajustes de plantilla, más de un centenar en Guadalajara. Se trata de la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo de Personal Funcionario de la Junta, conocido como la RPT y una segunda orden para la Escala Superior de Sanitarios Locales en las especialidades de Farmacia y Veterinaria. En palabras del director general de Función Pública se trata de racionalizar y los sindicatos, que asistieron a una Mesa Sectorial con el Gobierno horas antes sin acuerdo, han anunciado que la recurrirán buscando su anulación. Los interinos se concentraron este lunes y el miércoles y jueves el turno fue para los trabajadores de la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha, (Geacam), encargados de la lucha contra los incendios, también afectados por un cambio de contrato de fijos a fijo discontinuo y una reducción de efectivos que se anuncia en un verano especialmente virulento en cuanto a incendios forestales se refiere. Los trabajadores públicos llevan toda la razón en considerar esencial su puesto de trabajo para la prestación de servicios sociales básicos para la ciudadanía. El responsable político tiene la obligación de ajustar el gasto de las nóminas que se paga con dinero público a lo estrictamente necesario para cubrir las necesidades. Si las estructuras actuales de los funcionarios en cualquier campo está sobredimensionada es por culpa de los gestores de lo público que han creado tanta plaza. Sea como sea está claro que hay que racionalizar y regular sin pasarse en los recortes y garantizando los servicios. La palabra privatización asusta pues parece equivalente a especulación, lucro de unos pocos y pérdida de derechos de los que menos tienen, pero tal vez sea necesaria en servicios no esenciales. Recortar parece inevitable, el problema es acertar en el límite.