¿Reducir el agua para riego?
30/08/2012 - 13:01
Desde la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha calificamos de aventuradas las declaraciones realizadas por Ecologistas en Acción en las que reclama que se reduzcan las aportaciones de agua al regadío. Consideramos que proponer una limitación de agua para el regadío es muy precipitado porque de llevarse a cabo obligaría a planificar la campaña agrícola del próximo año sin apenas conocer las reglas del mercado y cuando todavía no existen problemas de escasez de agua para el consumo humano.
Afirmamos que una vez más se trata de unas declaraciones demagógicas en las que ante la sensibilidad sobre el tema del agua se carga contra el sector agrario que, sin embargo, es el que más esfuerzos está realizando para hacer cultivos rentables reduciendo el consumo de agua.
Como ejemplo, desde Asaja recordamos que en el Acuífero 23 se está regando con una media de 2.000 m3 por hectárea para cultivos herbáceos cuando los regantes de la zona tienen derechos inscritos para utilizar hasta 4.278 m3 por hectárea. Asimismo, el plan de extracciones anual fija una cantidad de agua aproximada para el regadío de 200 hm3 cuando en teoría los derechos asignados e inscritos son más del doble. ASAJA considera, por tanto, que ligar las aportaciones de agua al regadío a la posible escasez de este recurso para el consumo humano es una afirmación malintencionada porque el abastecimiento de agua potable a las poblaciones está garantizada por ley. Por ello, compartimos la necesidad de planificar la gestión del agua pero también recordamos a la organización ecologista lo que ocurrió en las Tablas de Daimiel que a pesar de que se presentaron denuncias ante Bruselas por considerar que se había llegado a una situación irreversible, en algo más de un año el acuífero sobreexplotado pasó de una reducción de 3.000 hm3 a 700 hm3 por obra y gracia de la naturaleza.
Por esa razón, afirmamos que es bueno planificar pero no precipitarse en la adopción de medidas restrictivas y, sobre todo, intentar limitar el desarrollo productivo y social.
Afirmamos que una vez más se trata de unas declaraciones demagógicas en las que ante la sensibilidad sobre el tema del agua se carga contra el sector agrario que, sin embargo, es el que más esfuerzos está realizando para hacer cultivos rentables reduciendo el consumo de agua.
Como ejemplo, desde Asaja recordamos que en el Acuífero 23 se está regando con una media de 2.000 m3 por hectárea para cultivos herbáceos cuando los regantes de la zona tienen derechos inscritos para utilizar hasta 4.278 m3 por hectárea. Asimismo, el plan de extracciones anual fija una cantidad de agua aproximada para el regadío de 200 hm3 cuando en teoría los derechos asignados e inscritos son más del doble. ASAJA considera, por tanto, que ligar las aportaciones de agua al regadío a la posible escasez de este recurso para el consumo humano es una afirmación malintencionada porque el abastecimiento de agua potable a las poblaciones está garantizada por ley. Por ello, compartimos la necesidad de planificar la gestión del agua pero también recordamos a la organización ecologista lo que ocurrió en las Tablas de Daimiel que a pesar de que se presentaron denuncias ante Bruselas por considerar que se había llegado a una situación irreversible, en algo más de un año el acuífero sobreexplotado pasó de una reducción de 3.000 hm3 a 700 hm3 por obra y gracia de la naturaleza.
Por esa razón, afirmamos que es bueno planificar pero no precipitarse en la adopción de medidas restrictivas y, sobre todo, intentar limitar el desarrollo productivo y social.