Reducir la población
Los ricos del planeta quieren reducir la población mundial para poder aumentar sus fortunas personales. Para ello, usan las estructuras existentes, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los gobiernos de los Estados, a través de los cuales imponen las medidas que ayudan a alcanzar su objetivo. En los países subdesarrollados, como la pobreza no es un factor que frene la natalidad, la estrategia se centra en conceder ayuda material a cambio de la imposición de esterilizaciones masivas, para que dichas poblaciones no puedan tener hijos. En los países desarrollados, donde sí hay miedo a la pobreza, la estrategia es fomentar el desempleo, los salarios bajos o el alto precio de viviendas incluso de poca superficie para que sea imposible tener hijos y mantenerlos, por falta de dinero o de espacio físico. Y, en todos ellos, desarrollados o no, se fomenta el aborto (para que no nazcan bebés), la eutanasia (para eliminar personas dependientes), la homosexualidad (incapaz de producir con autonomía nuevas vidas) y el divorcio (para enfrentar a hombres y mujeres), y se manipula la educación para que los niños acepten sin problema estas medidas.
.