Rehenes de las protestas

17/09/2012 - 14:23 Redacción

La capital recupera la normalidad después de los días de Ferias. Los escolares ya se han incorporado al colegio, y la mayoría de los trabajadores vuelve a un horario normal y a su rutina. Sin embargo, aquellos, que son muchos, que hoy tiene que desplazarse hasta Madrid para acudir a su puesto de trabajo lo han tenido y lo tienen difícil. A la huelga de los transportes públicos de Madrid se suma la de los Cercanías. Eso ha provocado una reducción considerable de los convoyes que circulan entre Madrid y Guadalajara, lo que supone frecuencias de media hora en hora punta y de una hora, entre servicio y servicio, en las horas consideradas de menor afluencia de usuarios. A pesar de ello la normalidad es la tónica general en la estación de cercanías alcarreña donde las taquillas permanecen cerradas y un grupo de trabajadores se concentraban esta mañana frente a la fachada. El cien por cien de los trabajadores alcarreños que no estaban de servicios mínimos ha secundado, según los sindicatos, la jornada de huelga general en Renfe y Adif, convocada por el comité de empresa por el presumible desmantelamiento del servicio, privatización encubierta y recortes de la plantilla. Los servicios mínimos -cada 30 minutos en los tramos de hora punta y cada hora el resto del día- se han desarrollado con normalidad y sin destacar incidentes por parte de los usuarios. Sin embargo, y a pesar de la normalidad, al final es el usuario el que sufre todas las consecuencias de estas protestas que, según los convocantes vienen a poner sobre la mesa el deterioro del servicio. Resulta paradójico que para pedir mejoras se empeore la situación para aquellos que sufren a diario los recortes. Un día más en el que los usuarios se cargan de paciencia y se convierten en los rehenes de las protestas.