Rescatando del olvido a los despoblados de la provincia

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: MAR GATO. MADRID
El salón de actos de Caja de Guadalajara acogió la presentación de ‘Despoblados de la provincia de Guadalajara’, un interesante libro que ahonda en los orígenes y las causas de desaparición de los municipios despoblados hasta el siglo XIX.
Con la presencia de lujo del cronista provincial de Guadalajara Antonio Herrera Casado, quien hizo las veces de introductor, el doctor en filología hispánica José Antonio Ranz, el director de Cuadernos de Etnología, José Ramón López de los Mozos, y la profesora del IES San Isidro de Azuqueca de Henares María Jesús Remartínez presentaron anoche en el salón de actos de Caja de Guadalajara Despoblados de la provincia de Guadalajara, título que aglutina a lo largo de sus páginas un total de 532 pueblos que existían en la provincia y que desaparecieron antes del siglo XIX.
El libro es fruto de un duro trabajo de recopilación que se inició en el año 2000 a partir de la investigación de José Ramón López de los Mozos, que extrajo de las Relaciones Topográficas de Felipe II una nómina de 400 despoblados. Éste sería el punto de partida de una sucesión de investigaciones de campo por parte de los tres autores que, gracias a la concesión de sendas becas por parte de la Consejería de Cultura, les llevarían a engrosar la cifra hasta los 532. En el libro éstos aparecen ordenados alfabéticamente con el nombre o nombres de antaño, y todos ellos llevan adjunta una ficha que aporta información sobre el término municipal en el que se ubica; la forma documental, que aborda la aparición del poblado y las causas más probables de su despoblación; el estado que presentaban en el inicio del estudio, en el año 2000; y el estudio lingüístico del nombre del despoblado. En algunos casos aún existen restos de la existencia de estos despoblados, como Buendesvío, en el término de Santa María del Espino; San Marcos, en Centenera; Galdones y Chilluentes, ambos en Molina de Aragón, comarca en la que se localizan más despoblados.
Las causas más frecuentes de su despoblación fueron, según los autores, las guerras, el envenenamiento masivo, la acción de las víboras o la peste, aunque la causa con mayor calado fue su localización, lejos de los principales núcleos de población y por norma general en zonas de montaña, lo que dificultaba la subsistencia de los propios habitantes.
Los que sin embargo no se han incluido en el libro son esos 200 pueblos que hay actualmente en la provincia con menos de 20 habitantes y que podrían considerarse despoblados. Con ellos se quiso hacer una llamada de atención para parar la despoblación de los pueblos, ubicados esencialmente en las zonas de Molina de Aragón, Sigüenza y Atienza.