Respeto de posturas
Ante los cientos de miles de jóvenes que abarrotaban la madrileña plaza de Cibeles, el Papa hizo referencia a los que creyéndose dioses desearían decidir por sí solos qué es verdad o no, lo qué es bueno o es malo, lo justo o lo injusto (...), quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias. Después animó a los asistentes a no sucumbir a esas tentaciones. Porque conducen a una existencia sin horizontes, a una libertad sin Dios. Aborto y eutanasia volvieron a la palestra de la actualidad y estas palabras fueron recogidas por todos los medios de alcance nacional. El debate está sobre la mesa: ¿Puede decidir el hombre sobre asuntos que son de Dios? Depende del prisma donde se mire. Para los Católicos la respuesta es no. Para los agnósticos es la contraria. Ambos asuntos son comprensibles siempre desde la óptica del respeto al ser humano.