Respuesta de José Luis Blanco a la segunda carta de Emilio Alvarado

13/04/2012 - 12:18 Redacción

Estimado Emilio:
Reconozco que había pensado no volver a contestarte, porque me da cierto pudor recurrir una vez más a esta manera de relacionarme contigo. No me gusta utilizar de este modo los medios de comunicación ni cansar a los vecinos pero, como te dije, no es mi ánimo ni el del Equipo de Gobierno al que pertenezco dejar sin responder falsas verdades, así que, una vez más, y con las disculpas anticipadas a medios de comunicación y vecinos, ahí va mi respuesta.
Siento profundamente que insistas en afirmar que no respondo a tus preguntas. Lo hago. Claro que lo hago, lo que ocurre es que cuando las respuestas no sirven para darte la razón las consideras directamente inservibles. Dices que gobernar es elegir. Lo es. También es administrar con responsabilidad y pensar en el bien común, y a eso es a lo que nos dedicamos en el Equipo de Gobierno. Por eso hemos aprobado unos presupuestos municipales que garantizan el mantenimiento de servicios básicos, como las políticas de estímulo del empleo, la educación o los servicios sociales. Esa es la única verdad.
Hablemos de tus propuestas, si es en lo que insistes. Tú propusiste en el Pleno, por ejemplo, reducir a la mitad los contratos de Juventud. Eso son también puestos de trabajo pero, por alguna razón que desconozco, parecen importarte menos. Tu propuesta de eliminar la edición en papel de la revista Azucahica también lleva aparejada la reducción de empleos, entre otros, los de quienes realizan el reparto que, como bien sabes, son los chicos y chicas de la asociación de personas con discapacidad de Azuqueca. Por cierto, los mismos a los que IU desde el gobierno les quitó el contrato de mantenimiento de los parques y jardines de Azuqueca. Y, ya que estamos, hablemos de los contenedores de poda. Sabes de sobra cuál es el coste de los mismos porque ha sido un área gestionada por IU durante años, con la lógica autonomía que merece un socio de gobierno. Para empezar tengo que decir que, si tan prescindible te parecía este servicio, podrías haber optado por eliminarlo en tu etapa de Gobierno. Sin embargo, y lejos de ello, cada año se fue incrementando. Tal es así que, parte de ese incremento paulatino tendrá que pagarse con dinero del presupuesto de 2012. Sabes bien, porque así te lo he trasladado, que vamos a reestructurar este servicio, consiguiendo que cueste menos que nunca y que no suponga un gasto para las arcas municipales.
Lamento profundamente tener que llegar a este extremo. De verdad. Pero cuando uno pretende ponerse de ejemplo debe estar seguro de que no ha hecho desde el Gobierno lo que ahora critica desde la oposición. Izquierda Unida de Azuqueca ha tomado decisiones difíciles en el Gobierno, como no podía ser de otro modo. Decisiones que fueron respetadas, aunque muchas no compartidas, porque entendíamos que se tomaron por el bien común. Los concejales de Izquierda Unida habéis despedido trabajadores de este Ayuntamiento y habéis reducido algunos servicios. Quiero pensar que lo hicisteis porque era necesario, no por gusto. Igual que ahora. Los servicios que se reducen atienden a la necesidad de garantizar el mantenimiento de los que son esenciales y el esfuerzo en materia de personal que está haciendo este Equipo de Gobierno está muy por encima del de cualquier administración. Y no reconocerlo sólo se explica en la búsqueda de rédito político.
Termino hablando de la moción, esa moción en la que pides que el Ayuntamiento incumpla las leyes a las que el Gobierno le obliga. Si de verdad quisieras que la moción se aprobara, si de verdad quisieras que del Ayuntamiento de Azuqueca saliera un posicionamiento contra la reforma laboral, los numerosos intentos de llegar a un acuerdo en ese sentido que hemos hecho desde el Equipo de Gobierno habrían servido para algo. Pero no ha sido posible porque, el único modo de llegar a un acuerdo con Izquierda Unida de Azuqueca es asumir al 100% vuestros planteamientos. Eso no es negociar, Emilio, eso es imponer y eso sólo ocurre cuando uno parte de la idea de que tiene la razón absoluta. No es mi manera de hacer las cosas, porque no me creo en posesión de la verdad. Me gustaría que contemplaras la posibilidad de que, alguna vez, puedes no tener toda la razón. Así sería mucho más fácil llegar a acuerdos que beneficien a los ciudadanos y ciudadanas a los que nos debemos.
Lo dicho, Emilio, seguiré encantado de mantener esta comunicación epistolar contigo a través de los medios de comunicación. Pero, por respeto a esos medios y a los vecinos, quizás podamos seguir hablando en persona. Yo estoy dispuesto, y lo sabes bien porque te he anticipado el contenido de esta carta antes de enviarla.
Recibe un cordial saludo.