Román y las elecciones autonómicas

27/05/2011 - 00:00 Redacción

 
Desde que en la noche del domingo se conocieran los resultados electorales políticos, periodistas y ciudadanía en general no han parado de hacer análisis sobre los datos. Las circunstancias, una victoria histórica del PP en las administraciones regional y provincial, y unos resultados casi inimaginables en la capital, son los principales argumentos esgrimidos para encontrar explicaciones lógicas, o ilógicas, a una situación que en el caso del Gobierno regional, nunca se había dado, y que en la Diputación hacía 13 años que no se conseguía. Así las cosas, nadie puede evitar dar como apabullante ganador al PP en unos comicios que se le presentaban con ventaja por la situación económica y por la errática política llevada a cabo por el PSOE a nivel nacional. Sin embargo, ni las previsiones más optimistas podían intuir el resultado final tan favorable para los populares. No sólo han conseguido las alcaldías de municipios como Sigüenza, Cabanillas, Villanueva o Chiloeches, sino que se han alzado con el, tan deseado, triunfo regional. Como se venía anunciando, la batalla se ha ganado en Guadalajara, en el Corredor y, más concretamente, en la capital. Antonio Román, como candidato a la Alcaldía capitalina y como presidente provincial del partido se puede dar por satisfecho. Desde Toledo le pusieron ante uno de los retos más complicados: conseguir el desempate de diputados regionales y no sólo lo consiguió sino que lo hizo gracias a la amplía mayoría lograda en su feudo: en la capital. Sin duda, Mª Dolores de Cospedal será la próxima presidenta castellano-manchega, pero el gran ganador de las elecciones ha sido Román. Con más de 10.000 votos de diferencia el actual alcalde ha conseguido decantar la balanza autonómica y poner de manifiesto que sin la modificación de la Ley Electoral los resultados hubieran sido similares: un escaño de diferencia entre los dos partidos mayoritarios. A partir de ahí, que cada uno saque sus conclusiones.