Santiago Barra nos descubre la “Guadalajara eterna”

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: MAR GATO. MADRID
El periodista alcarreño acaba de publicar su libro más personal, ‘Guadalajara íntima’.
Con ojos del antiguo escritor de viajes, pero con formato del siglo XXI”, sale a la luz el último libro de Santiago Barra, Guadalajara íntima.
Un libro para conocer la provincia más escondida, una guía de viajes distinta a todas las demás elaborada a partir de tres verbos clave en todo viajero que se precie: caminar, ver y anotar. Su presentación en la tarde del pasado martes estuvo amadrinada por la presidenta de la Diputación provincial, María Antonia Pérez León, y la consejera de Administraciones Públicas y Justicia, Magdalena Valerio, y arropada por amigos de profesión que no quisieron faltar a la romántica invitación de descubrir la Guadalajara más desconocida, aquella que ensalza como nuevos tesoros turísticos la cascada del Aljibe, la Dehesa Boyal de Peñalba o los cañones del Señorío de Molina.

¿‘Guadalajara íntima’ ¿es resultado de su gran pasión viajera?
Sí, es el fruto de una de mis grandes pasiones, quizá la principal, que es viajar. Soy un viajero impenitente que salgo casi todos los fines de semana: algunas veces me voy por España; cuando tengo más tiempo lo que hago por el extranjero; pero lo que hago habitualmente en los últimos 30 años es recorrerme la provincia de punta a rabo. Son miles de kilómetros lo que he hecho en coche y andando y durante este tiempo he hecho más de 200 reportajes de viajes relacionados con el turismo, los paisajes y las rutas interesantes que se pueden hacer en Guadalajara. Me planteé hacer un libro que recogiera las rutas que no suelen figurar en las guías de viaje, aquellas rutas más recónditas que no por ser desconocidas no merecen la pena realizarlas.
¿Qué ofrece al lector a través de este nuevo título?
El libro recoge un total de 34 rutas, 17 por las Serranías, 8 por La Alcarria, 3 por la Campiña y 6 por las zonas del Señorío de Molina y el Alto Tajo. No son rutas desconocidas, porque hay gente que también es viajera y andarina que las puede conocer, pero sí que desde luego sorprenderán al viajero poco habitual, entre ellos a muchos guadalajareños, conocedores de las ciudades más tradicionales, como Sigüenza o Pastrana, pero difíciles de sacar de ese circuito. Con estas 34 rutas pretendo enseñarles la provincia más desconocida pero que para mí tiene un encanto especial. Son rutas para todas las edades. Algunas son de montaña, de ahí que se acompañen de planos y distancias, tiempo estimado, dificultad de la ruta y un conjunto de fotografías que ayuden a realizar la marcha, identificar caminos y desvíos; y luego hay otro tipo de rutas más sencillas que se puede hacer con la familia y donde se incluyen pueblos, del que ofrezco una pequeña historia.
Como gran viajero, ¿qué tiene esta tierra que no tengan las otras?
Lo que tiene es que mucha gente no sabe lo que hay en la provincia. En Guadalajara hay playas fluviales con agua más limpia y arena más fina que la de Gandía –la del Alto Tajo–; hay valles y montañas entre el Pico del Lobo al de la Buitrera que no tienen nada que envidiar a los Pirineos; hay hayedos frescos con melojares, tejos y acebos que nos recuerdan a las sierras húmedas de la cordillera cantábrica –desde la Tejera negra hasta el límite con la provincia de Segovia y Madrid–; y tenemos hundidos y farallones en un Tajo joven, libre de agresiones, que recrean unos parajes agrestes realmente interesantes entre Zaorejas y Peralejos de las Truchas.
Del sentimiento que desprende cuando habla sobre él, ¿puede decirse que sea éste su libro más personal?
Sí, es mi libro más personal porque he renunciado de antemano a contar lo evidente y lo que está ampliamente bibliografiado, como son las ciudades medievales de Guadalajara. He querido trasladar a las gentes esa Guadalajara más escondida y que para mí es más íntima, porque es la que está en contacto con la naturaleza, la que te permite a través de sus caminos conocer el románico rural de la provincia, pequeño y muy atractivo, y el que te ofrece tiempo para reflexionar.
¿Precisamente esa intimidad es la que hace diferente de otras guías de viaje?
Sí, y es lo que se pretende; que caminando por los senderos de las rutas la gente encuentre algo muy diferente a la Guadalajara que pisamos en el trabajo en el día a día.
En el libro se detallan 34 itinerarios por la provincia más desconocida. ¿Aún quedan rincones por descubrir?
Quedan muchos. Incluso al final de la presentación del libro se me acercaron varias personas del público asistente que me sugirieron 10 ó 12 rutas más que se podían hacer. De hecho, yo tengo escritas muchas más rutas que no han entrado en este libro y que si tengo tiempo en un futuro darán para dos, tres o cuatro libros más.
La calidad del libro está coronada por la participación de otro gran viajero y periodista vinculado a La Alcarria, además de gran amigo suyo, Manu Leguineche.
Me honra tener amistad con Manu Leguineche, gran maestro de periodistas en España y que abrió muchos caminos en el género del reporterismo de guerra. Un día hablando del proyecto le propuse hacer el prólogo del libro, que acepto encantado y para mí ha sido todo un orgullo.