Seguridad laboral sin crisis

Aunque es cierto que, esas cifras supusieron un descenso del 17% con respecto a 2007, la verdad es que mientras haya una sola víctima el objetivo de la prevención no se habrá cumplido. Durante años se ha luchado para atajar las estadísticas, sin embargo, la crisis y sus consecuencias golpean en todas las direcciones, especialmente, en un empeoramiento de las condiciones de trabajo y también en el retroceso de las actividades y recursos que las empresas dedican a la prevención de riesgos laborales. Puede dar la impresión de que la prevención era una concesión propia de épocas de bonanza económica pero que, cuando la situación no viene de cara, hay que eliminar o restringir. Se corre el riesgo de perder en poco tiempo gran parte de lo avanzado en los últimos años en una materia tan esencial. Pero la seguridad y salud laboral es uno de esos valores irrenunciables, inherentes al trabajo digno y por eso es más necesario que nunca insistir en que no son costes prescindibles o rebajables, sino que son un derecho de los trabajadores que se juegan la salud y la vida, cada día en el tajo. Es el momento de mantener el compromiso público en la defensa y protección de la salud en el trabajo, y apostar por una buena aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que a pesar de ser una completa normativa de desarrollo, falla en su aplicación fáctica.