Sobre el autor intelectual del 11-S
Hace unas semanas nos levantamos con la noticia de que el terrorista más buscado ha caído. EE.UU. ha capturado y matado al autor intelectual de los sanguinarios atentados del 11 S. Ahora le toca a España ponerse a buscar al autor intelectual del 11M ¡A ver si ponen el mismo énfasis que los norteamericanos y tienen éxito similar! No sé por qué, creo que en nuestro país no hay la misma unanimidad en el deseo por conocer quiénes fueron los ideólogos de aquel desgraciado 11 de marzo de 2004. Porque desde luego, no hubo consenso para condenar la salvajada y sí, mucho oportunismo político. Así que, ahora, probablemente esté ocurriendo lo mismo, ya lo ha anunciado Rubalcaba. Obama ha conseguido un gran éxito después de haber ridiculizado en público a uno de los magnates económicos más importantes de los Estados Unidos, Doland Trump, y es que, un dirigente debe estar a la altura, en los hechos y en las formas.
Y el más elemental sentido común aconseja que, si a uno le invitan a una casa es para no insultarle. Algo parecido le ocurrió a Cospedal en los desayunos de TVE, en la entrevista que Ana Pastor, la hermana de la jefa de comunicación de Barreda, le hizo. Ha habido otro gran acontecimiento como fue que Benedicto XVI beatificó a su predecesor Juan Pablo II. Papa carismático como pocos. Un beato, proclamó la Iglesia católica. Por eso me hizo gracia oír a algunos dirigentes políticos que asistieron a la beatificación porque, según sus palabras, había sido un gran estadista. ¡Desde luego que lo fue! Pero el acontecimiento que se celebraba era meramente religioso, por lo que no sé qué pintaban en primera fila aquellos que, no sólo le dan la espalda a la Iglesia, sino que legislan en contra de la moral católica o miran para otro lado cuando otros lo hacen. La utilización partidista e interesada de los acontecimientos religiosos me saca de quicio.
Si el gobierno quitó de en medio a un embajador como Paco Vázquez, quince días antes de la beatificación de Juan Pablo II, impidiéndole estar en un acontecimiento tan importante para un político católico como él, por motivos electorales, no sé por qué figuran como férreos defensores de la catolicidad en la Plaza de San Pedro, cuando en la Carrera de San Jerónimo proclaman la laicidad y el agnosticismo por los cuatro costados. No en vano, Juan Pablo II fue un gran defensor de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. Fue clarísimo en temas como la clonación, el matrimonio heterosexual o la educación. Y, además, Zapatero ninguneó al Papa Benedicto XVI en su visita a España aunque mandó a Jáuregui y a la nueva embajadora a hacerse la foto con los príncipes.
No se puede tener esa doble vara de medir y, si uno es ateo y presume de ello, debe defenderlo en todo momento. Yo soy una clara defensora de la separación entre Iglesia y Estado y creo que es bueno y enriquece a las dos instituciones. Y esta separación supone que, quien asista a los acontecimientos religiosos como el resto de los mortales, por convicciones religiosas y no, por salir en la foto y esto, es algo que nuestros políticos deben aprender. .