Sobre el mantenimiento del empleo

15/01/2011 - 00:00 CSIF

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) exige austeridad y eficiencia en las Administraciones Públicas para mantener los puestos de trabajo y evitar nuevos recortes. CSI·F considera necesario en 2011 para Castilla-La Mancha, la reducción de altos cargos, asesores y el conglomerado de empresas públicas. El sindicato señala que, inmersos en el actual panorama económico de crisis y recortes presupuestarios, se hace necesario un planteamiento serio y riguroso para controlar el gasto, garantizando unos servicios públicos de calidad para todos los ciudadanos. Para CSI·F, el año 2011 exige austeridad, responsabilidad y eficiencia en las distintas Administraciones Públicas para garantizar, también y sobre todo, el mantenimiento de los puestos de trabajo y evitar nuevos recortes en las retribuciones y los derechos de los empleados públicos. CSI·F considera imprescindible que, junto a la eliminación de las duplicidades, las AA.PP. deban implementar planes de austeridad que pongan coto, en primer lugar, a los gastos superfluos, suntuarios y de representación. En esa línea, CSI·F propone la reducción de los altos cargos, el personal eventual y los asesores en los distintos ámbitos de la administración estatal, autonómica y local. CSI·F señala que los altos cargos deben perder sus privilegios en cuanto a retribuciones, jubilaciones y otras prebendas que mantienen después de abandonar sus puestos. CSI·F considera que este tipo de recortes debe tener especial incidencia en Castilla-La Mancha que, desde hace años, ha ido incrementando de forma escandalosa el número de personas inmersas en estas figuras abocadas a su desaparición. Para CSI·F, otro espacio para reducir gastos superfluos y duplicidades está en el conglomerado de las empresas públicas. Creadas para cobijo de amigos y afiliados, suponen un gasto enorme para el erario público y ocultan cerca de medio millón de personas que, en realidad, ni son funcionarios ni nada que se le parezca. CSI·F considera inadmisible ni siquiera el planteamiento de nuevos recortes a los empleados públicos, un colectivo que, de momento, se ha convertido en auténtico pagano de la crisis junto a los pensionistas y los parados.