Soluciones a los desahucios
19/11/2012 - 20:47
Lamentablemente ha sido necesaria la muerte de dos personas, y un tercer intento de suicidio, para que el clima de estupor social hiciese reaccionar a los políticos y tomar medidas sobre el que es el primero de los dramas humanos que afecta a la ciudadanía, más grave aún que el propio desempleo, el de las personas que se quedan de un día a otro, literalmente, en la calle (en el mejor de los casos acogidos por sus familiares), por no poder
hacer frente a la deuda hipotecaria que grava su vivienda. No es momento ahora de reflexionar sobre los culpables de la situación y denunciar la abusiva concesión de estos créditos por los bancos sin suficientes avales o estudios de los requisitos del beneficiario, que en teoría deberían haber hecho con mayor diligencia las comisiones de riesgo de las entidades financieras.
Tampoco de volver al tópico de que muchos han querido vivir por encima de lo que realmente podían endeudándose con poca previsión de futuro ni de ahorro. Todo lo anterior está en el origen del problema y las consecuencias son dos desahucios cada tres días en la provincia de Guadalajara y una
bola que es urgente cortar. Las plataformas que defienden los derechos de los hipotecados consideran insuficientes las medidas aprobadas por el Real Decreto que salió del Consejo de Ministros del jueves. Les parece poca moratoria y excesiva exclusión de posibles beneficiarios por la dureza de los requisitos, pero, suponen, sin duda, y, al menos, una solución transitoria en las situaciones más dolorosas. La dación en pago ha de ser efectiva. El deudor no debe seguir pagando por lo que ya no posee y de lo que nunca fue propietario. El alquiler con opción a compra, renegociando con el banco, parece la mejor solución para todos. ¿Y el qué no pueda pagar ni eso? Será necesario bolsas de viviendas procedentes de desahucios
o protegidas que estén vacías para ofrecerlas lo más baratas posibles. La solución es compleja porque el problema lo es. Lo principal, de momento, es evitar las situaciones que llevan a la miseria a las familias.
hacer frente a la deuda hipotecaria que grava su vivienda. No es momento ahora de reflexionar sobre los culpables de la situación y denunciar la abusiva concesión de estos créditos por los bancos sin suficientes avales o estudios de los requisitos del beneficiario, que en teoría deberían haber hecho con mayor diligencia las comisiones de riesgo de las entidades financieras.
Tampoco de volver al tópico de que muchos han querido vivir por encima de lo que realmente podían endeudándose con poca previsión de futuro ni de ahorro. Todo lo anterior está en el origen del problema y las consecuencias son dos desahucios cada tres días en la provincia de Guadalajara y una
bola que es urgente cortar. Las plataformas que defienden los derechos de los hipotecados consideran insuficientes las medidas aprobadas por el Real Decreto que salió del Consejo de Ministros del jueves. Les parece poca moratoria y excesiva exclusión de posibles beneficiarios por la dureza de los requisitos, pero, suponen, sin duda, y, al menos, una solución transitoria en las situaciones más dolorosas. La dación en pago ha de ser efectiva. El deudor no debe seguir pagando por lo que ya no posee y de lo que nunca fue propietario. El alquiler con opción a compra, renegociando con el banco, parece la mejor solución para todos. ¿Y el qué no pueda pagar ni eso? Será necesario bolsas de viviendas procedentes de desahucios
o protegidas que estén vacías para ofrecerlas lo más baratas posibles. La solución es compleja porque el problema lo es. Lo principal, de momento, es evitar las situaciones que llevan a la miseria a las familias.