Sordo según para qué
Sordo ante el clamor de las víctimas del terrorismo y de buena parte de la sociedad cuando se manifestaba en defensa de la vida y de la familia, Zapatero anunciaba en vísperas de las elecciones que escucharía los múltiples y paradójicos mensajes de la protesta concentrada en la Puerta del Sol de Madrid. Cabe preguntarse si en la larga e inútil agonía que se ha propuesto hacer padecer a toda la sociedad, piensa atender los gritos de la izquierda radical, en un intento desesperado de recuperar votos. Puede ser temible un político herido en su orgullo y cegado por sus prejuicios ideológicos. A sabiendas de que va a contar más que nunca con el apoyo de las minorías que han sacado tan suculento bocado de su soberbia, Zapatero parece dispuesto a seguir hasta último momento con su proyecto de crispación social sin contar con quienes se han alzado con la victoria municipal y autonómica. Como ejemplo de lo que digo son los dos proyectos e ley que ha aprobado el Consejo de Ministros.
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