Soy europeo porque soy español
El pasado 12 de octubre, coincidiendo con la celebración de la Virgen del Pilar, la gran mayoría de los españoles celebramos con orgullo el día de nuestra Fiesta Nacional. El día grande de una nación que tiene su pilar fundamental y su mayor cimiento en la Constitución de 1978. Una Constitución que según establece en su artículo segundo, se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común de todos los españoles
Y en estos momentos en los que algunos quieren poner en cuestión la unidad de España establecida en nuestra Constitución, todavía más que nunca debemos celebrar y reconocer nuestro sentimiento nacional.
Todas las grandes naciones del mundo viven de manera intensa su Fiesta Nacional, reivindicando con orgullo su pertenencia a un país que los une y los distingue. Y nosotros también debemos proclamar el orgullo de ser españoles, de ser ciudadanos libres que celebramos sin complejos nuestros símbolos nacionales: nuestra bandera, roja y gualda, el Escudo nacional y el himno español, uno de los más antiguos del mundo.
España es un gran país, en la que caben todos los sentimientos y sensibilidades en unidad y solidaridad entre sus distintas Comunidades Autónomas y donde todos los españoles somos iguales en derechos y obligaciones, hayamos nacido donde hayamos nacido y vivamos en el territorio nacional que vivamos.
Hoy los españoles hablamos el castellano, nuestra lengua común y sentimos con plena certeza que las demás lenguas cooficiales forman parte inseparable también de nuestra identidad nacional y de nuestra riqueza cultural.
España es una gran nación que ha sabido superar con éxito la mayor crisis económica que hemos tenido en décadas, gracias al trabajo y sacrificio conjunto de todos los españoles. Y hoy podemos presumir de tener un Estado de Bienestar como muy pocos países en el mundo, con unas infraestructuras como nadie y siendo el segundo país receptor de turismo del mundo.
Hoy España está integrada y es reconocida internacionalmente como miembro de pleno derecho en las grandes Instituciones del mundo, fundamentalmente en la Unión Europea, donde se ha convertido en uno de sus principales actores y una de las economías más competitivas y modernas, siendo uno de los países que más crece y más empleo crea del conjunto de los 28 estados miembros.
Por ello, hace tan solo unos días, en el Parlamento Europeo, nuestro Rey Felipe VI podía proclamar la satisfacción de representar a un país como España y manifestar con orgullo soy europeo, porque soy espanol.