Spanair y los políticos

31/01/2012 - 00:00 Carmen Pérez


 El fracaso de Spanair demuestra que mezclar la política con los negocios causa la ruina de éstos y desprestigia al político. Apadrinada por la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona como la compañía de bandera del nacionalismo catalán, la empresa pretendió hacerse un hueco en el mercado a golpe de cuantiosas subvenciones y ayudas oficiales. De nada sirvieron, al parecer, y las pérdidas millonarias se han acumulado en los tres últimos años, lo que ahuyentó a posibles inversores. Spanair apaga motores víctima de unos gobernantes de bajo vuelo que han pretendido poner sus ideas por encima del mercado. Otro desastroso fruta más del tripartito catalán.