Sueños hechos realidad

Sueños hechos realidad. Algo tan utópico en los tiempos que corren se convertía ayer en el tema del día. Por que el nuevo centro que inauguraba la Fundación Nipace, es eso, un sueño hecho realidad. El sueño de Raquel y Ramón, que un día se propusieron conseguir el mejor tratamiento para su hija, que padece parálisis cerebral. Su tesón y la generosidad de este matrimonio han servido para que muchos niños de todo el país puedan, ahora, contar con una de las técnicas más avanzadas en el tratamiento de la enfermedad en Guadalajara. Se trata de un tratamiento para lo que se necesitaba el robot lokomat, que supone un avance en la recuperación de la marcha fisiológica en estos pacientes con parálisis infantil. Gracias a esta tecnología de vanguardia, los movimientos son mucho más precisos, los planos de tratamiento son más homogéneos y es posible diseñar programas más complejos y ambiciosos para los afectados. Pero Nipace va un poco más allá. Se trata de atender las necesidades de estos niños, pero además, son capaces de atender las necesidades en que se ven sumidas las familias con un pequeño que sufre esta lesión. Se apuesta por una atención específica, global e integrada en el mismo servicio y dispensada por un equipo interdisciplinar coordinado correctamente con los recursos sanitarios, educativos y sociales del sector. Y todo gracias al empeño personal de la familia Rebollo que se ha encargado de impulsar este centro. Para ello han contado con el apoyo de las instituciones y de numerosas empresas y particulares que de forma desinteresada han hecho aportaciones económicas, han organizado eventos y han apoyado las numerosas acciones que durante los últimos años la Fundación ha organizado. Por ello, la inauguración de ayer era el sueño cumplido de los niños con parálisis cerebral, de sus familias y de toda Guadalajara que se ha convertido en referencia internacional en este campo.