Sufriendo, pero llegó la primera victoria

La gran defensa del Quabit BM, unida a su acierto ofensivo, permitió a los alcarreños ponerse con un parcial de 3-0 en el electrónico que les permitiría afrontar el resto del encuentro con tranquilidad. Nenadic, pletórico en defensa, y Jorge Gómez, que paró todo, incluidos dos penaltis, fueron los protagonistas del primer periodo.

También ayudó la falta de acierto del Cuatro Rayas, que no tuvo su mejor día en el tiro exterior. De hecho, Jorge Gómez desbarató magistralmente varios disparos de Eilert, que se desesperaba viendo como se lucía La Tarántula maña. El que sí estuvo acertado en el juego exterior fue Radulovic, uno de los más destacados en los primeros 30 minutos. Con la avalancha alcarreña, Pastor veía como se le iba el partido y solicitó tiempo muerto en el minuto 13. La falta de concentración de los vallisoletanos era evidente. Segundo penalti en contra del Quabit y segunda parada de Jorge Gómez. Sin embargo, el rechace cayó nuevamente en Alonso, que fusiló al guardameta. La potencia de Radulovic en el tiro exterior y la rapidez de Fontenla fueron determinantes para mantener la ventaja de tres goles a diez para el final. Un misil de Nenadic, que tocó el cancerbero vallisoletano, fusiló la portería visitante; no así el de Jorge Silva, que se estrelló en el travesaño. Krivocapic, en el 24, ponía al Cuatro Rayas a un sólo gol del empate, que llegaría dos minutos después por mediación de Eilert (13-13).

El Quabit BM no desesperó y volvió a ponerse por delante en una eléctrica jugada de De la Salud. El catalán se marchó de la defensa y definió a la perfección. A tres para el final de la primera parte, la exclusión de Ávila ponía al Cuatro Rayas en inferioridad. Nuevamente De la Salud tiraba del carro para poner a los alcarreños 15-13. Una magnífica defensa de Nenadic y una contra rapidísima aprovechada por Radulovic volvían a dar la ventaja de tres goles al Quabit. Incluso, Nenadic, aprovechando el portero jugador del conjunto visitante, puso el 17-13 en el electrónico del David Santamaría, que estallaba de alegría.

En la última jugada de la primera parte, La Tarántula blanquiverde evitaba el tanto vallisoletano haciendo gala de sus reflejos. Con el resultado de 17-14, y la exclusión de Radulovic, se llegaba al final de los primeros 30 minutos.

Un auténtico correcalles

Precisamente, la inferioridad numérica de los guadalajareños, unida al acierto del cancerbero vallisoletano, fue la causante de que el Cuatro Rayas diese la vuelta al electrónico en los cuatro minutos iniciales (17-18). Sin embargo, la vuelta de Radulovic y la exclusión de Alonso volteaban la situación del partido. Fontenla, de penalti, ponía el empate a 18 en el marcador. Una polémica jugada, muy protestada desde la grada, acababa con la exclusión de Parra. Nuevamente, Fontenla, desde la pena máxima, ponía por delante a los alcarreños. Krivokapic volvía a poner el empate y la emoción en el David Santamaría. Estaban ocurriendo muchos acontecimientos en muy poco espacio de tiempo.

De la Salud decidió nuevamente echarse a la espalda al equipo y se la jugó con un potente lanzamiento que acabó en el fondo de las mallas de la portería visitante. El partido se había convertido en un auténtico correcalles. El catalán, haciendo muestra de su veteranía y peso en el equipo, logró el 22-22. Todo el David Santamaría se mordía las uñas confiando en un feliz desenlace.

A 13 para el final del encuentro, con el marcador 23-24, Garralda pedía tiempo muerto para dar algunas indicaciones a sus jugadores y, sobre todo, para darles una inyección de moral: sí se podía. Y surgió efecto. Parra, en una magnífica jugada, y Radulovic, de tiro exterior, volteaban el electrónico a 25-24. Otro fusil made in Nenadic ampliaba la ventaja a dos goles (27-25) y acercaba al Quabit BM a su primera victoria de la temporada. Tampoco había que creérselo, aún quedaban 10 minutos para el final del encuentro, todo un mundo. El Cuatro Rayas no tiró la toalla y siguió a lo suyo: bien colocado en defensa y aprovechando sus oportunidades de la mano de Krivokapic. Así, a cuatro minutos para el final volvió a conseguir el empate a 28. Las imprecisiones, más que los aciertos, se adueñaron de los dos equipos, hasta que emergió la figura de Radulovic, que armó su brazo para, con un potentísimo lanzamiento, poner el 30-28.

El Santamaría, hambriento por conseguir la primera victoria alcarreña de la temporada, rugía. Había que mantener la cabeza fría y no descuidar la defensa para mantener la ventaja. Dicho y hecho, el Quabit BM se empleó a fondo atrás y llegó a los últimos 15 segundos con 30-29. La tranquilidad la llevó al fondo de la red Rasic, que aseguró la primera victoria alcarreña de la temporada, muy celebrada por los jugadores.