Superamos la barrera de los 20.000

03/12/2010 - 00:00 Redacción

El mercado laboral continúa con su lenta normalización, según defiende el Gobierno, pero esta supuesta mejora aún no se nota en la cola de personas que, cada mañana, se acercan a las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo a buscar trabajo. El mejor ejemplo de ello son las estadísticas con las que nos levantábamos ayer en Guadalajara.

El número total de desempleados en la provincia asciende a 20.137, es decir, superamos ya la barrera psicológica de los 20.000. El desempleo ha crecido un 8,40% en lo que va de año, lo que supone que 1.561 personas se han sumado a las listas del Sepecam. La mayoría son mujeres, 10.297, frente a 9.840 hombres y el sector servicios sigue siendo el más afectado, con un total de 13.454 parados, de los que 99 se sumaron en noviembre. Por detrás le siguen construcción, con 61 nuevos desempleados, agricultura con 24 e industria que vio como se crearon 26 nuevos puestos. La situación no es muy distinta de lo que se aprecia en el resto del país y de la región, a pesar de que la nuestra fue la provincia castellano-manchega donde menos creció el número de desempleados, tanto en términos absolutos, como en relativos. A nivel nacional, el número de parados aumentó en 24.318 personas en noviembre con respecto a octubre, lo que supuso su menor ascenso desde 1998 en este mes, tradicionalmente malo para el empleo. El Gobierno interpretaba estas cifras “como una normalización del mercado de trabajo”. Lo que se traduce en que la cola del paro ya no da la vuelta a la esquina, pero sigue siendo bien visible y ocupa buena parte de la fachada. Además, a tenor de los datos de contratación, los que ya no están o bien han desistido de seguir buscando o han logrado un empleo temporal, ya que esta modalidad sigue acumulando a un 90% del total de los contratos firmados. La destrucción de empleo se estabiliza, pero apenas se crean nuevos puestos. Vamos, que si el Gobierno se conforma es porque tira del refranero popular y se aplica aquello de que “el que no se consuela es porque no quiere”..