Telefónica y la desvergüenza empresarial
Hace pocos días nos hemos desayunado con la decisión de Telefónica, empresa privatizada hace pocos años, de reducir 5600 empleos en los próximos tres años. Esta noticia viene unida a dos datos muy significativos en 2010 tuvo 10 mil millones de euros de beneficios y repartirá 450 millones de euros en acciones entre 1900 directivos de la empresa. Estos tres datos delimitan a las claras la política empresarial llevada a cabo por la dirección de la empresa y es una muestra desvergonzada de cómo las empresas participan del progreso en las sociedades donde están ubicadas.
Desde luego Telefónica participa cada vez menos del progreso y bienestar de los españoles, le importamos poco, a pesar de seguir sacando la bandera española cada vez que le es rentable en América latina. Ante esto deberíamos preguntarnos si tenemos como estado que promover a ciertas empresas españoles en el extranjero si luego sus beneficios no revierten en el conjunto de nuestro país sino en unos pocos.Telefónica no participa de los grandes efectos de la crisis de liquidez ya que en su negocio los ingresos son mensuales y sus clientes, la gran mayoría de españoles o empresas, no le pueden exigir aplazar sus pagos o reducción de cuotas o gastos. Son lentejas; si quieres hablar por el móvil o conectarte a internet has de pagar sus altas tarifas , de las más caras de Europa, y si no tragas pues desconectado de las nuevas tecnologías.
Esta decisión no forma parte de la crisis ni de sus consecuencias y se habría dado también en tiempos de bonanza económica, es una política empresarial ajena a la situación nacional. Telefónica es una empresa estratégica para salir de la crisis ya que en la promoción de las nuevas tecnologías tiene un papel fundamental y debería participar de una estrategia estatal, facilitando a precios razonables para que particulares y empresas pudieran comunicarse a través de la red y sus beneficios. Telefónica despedirá trabajadores con derechos laborales para después subcontratar trabajadores con menos derechos laborales y saláriales. Algo que no les es ajeno ya que llevan años haciéndolo con empresas como ITETE o Cobra, los trabajadores de estas empresas tienen peores salarios y la amenaza constante de que algún cargo intermedio de Telefónica le quite la contrata a su jefe y se queden en paro porque la empresa de al lado haga una oferta inferior, y mas rentable para la principal. Las empresas de este tamaño siempre suelen pactar al adelgazamiento de sus plantillas con los sindicatos ya que no tienen problemas económicos a la hora de pagar indemnizaciones, prejubilaciones etc... Pero sí tiene un coste en el conjunto de la sociedad ya que sus decisiones empresariales repercutirán en el aumento de gasto social referente a pago de prestaciones y jubilaciones anticipadas. Y esto en un país con 4,3 millones de desempleados debería ser evitado.
El gobierno lejos de plantear una política de confrontación plantea una declaración tímida del ministro de trabajo cuestionando la oportunidad de la medida y sabe que legalmente podrían evitarlo, no hay ninguna razón legal para autorizar este expediente de regulación laboral en Telefónica. Cualquier empresa del país con beneficios tendría problemas para que la autoridad laboral le admitiera este procedimiento, si luego fuera externalizar la actividad como quiere hacer esta empresa. El ministro no ha sido valiente por tratarse de esta empresa. Estas políticas empresariales perjudican al país y solo buscan el beneficio empresarial desmedido no participan de una estrategia nacional contra el desempleo y deberían avergonzar a quienes las protagonizan. Y nos deberían avergonzar a todos porque seguro que a la decisión de despedidos le seguirá un aumento del valor de la empresa en los mercados internacionales .
Este es el sistema que hemos construido o al menos el que sufrimos entre todos. Desde luego si esta ha sido la consecuencia de la reunión de zapatero con los grandes empresarios españoles quizás debería haberse ahorrado el encuentro. A la vista de esto y de otras muchas noticias deberíamos plantearnos de manera seria una gran reforma financiera y empresarial no solo a nivel nacional sino mundial , con políticos valientes que la promuevan y pongan coto a estos caraduras.