Tensión política y tensión callejera

05/12/2011 - 19:29

La presidenta de Castilla-La Mancha y número dos del PP, María Dolores de Cospedal, concretaba el pasado viernes las medidas de austeridad incluidas en el plan de recorte de 1.815 millones de euros que presentó hace cuatro meses y que se incrementarán en otros 350 a partir de 2012. Aumentar la jornada laboral de 35 a 37,5 horas y reducir en un 3% bruto el sueldo de todos los empleados públicos es una de las medidas que supondrá el mayor ahorro y también la mayor polémica, aunque hay otras muchas. Aprovechando esa circunstancia, cinco meses después de haber dejado la Presidencia de la Junta con un balance de déficit histórico en Castilla-La Mancha, deuda insostenible y récord de parados, el socialista José María Barreda prendía ayer la mecha de la polémica llamando a la movilización social en la región contra los recortes del Gobierno actual. “La presidenta de la comunidad autónoma ha hecho lo fácil al sacar las tijeras y recortar” en las partidas más importantes del presupuesto en Sanidad, Educación y Servicios Sociales, afirmaba el ex presidente quien consideraba que el Plan de Garantías de los Servicios Sociales Básicos pone de manifiesto “dos maneras antagónicas” de ver el mundo y la vida: la del Partido Popular y la del Partido Socialista. Barreda tendría que analizar si quizá es ese antagonismo es el que ha llevado al PSOE castellano-manchego a registrar unos resultados pésimos en las últimas elecciones generales, o si por contra, ha sido la gestión llevada a cabo por el equipo que encabezaba hasta mayo la que ha dejado una herencia de dificil digestión a los populares. Desde el Ejecutivo regional, su portavoz, Leandro Esteban, rebatía las acusaciones asegurando que “el socialista tiene suerte de no vivir en un país en el que los políticos irresponsables no terminan en la inhabilitación o en la cárcel”. La tensión política está en el ambiente y resulta lamentable que los socialistas quieran aprovechar los obligados recortes de la Junta para crear también tensión social y callejera.