Trillo I y el desarrollo en tiempos de crisis

27/02/2012 - 00:00 Redacción


 Las compensaciones económicas que reciben los pueblos donde hay una central nuclear los aúpa a los primeros puestos de los municipios más ricos. Eso es, en una provincia como la nuestra, algo innegable. Los alcaldes de los entornos nucleares llevan años disponiendo de presupuestos para asistencia social, ayudas, subvenciones, equipamientos deportivos y fiestas patronales. Con la llegada de la crisis la situación no ha cambiado mucho. Para envidia de otros ayuntamientos que se encuentran ahogados por las deudas, los municipios del entorno de la central de Trillo I siguen gozando de buena salud. Un estudio elaborado por la Universidad de Alcalá de Henares, aporta datos concretos sobre la influencia que esta planta nuclear ha ejercicio en la zona desde el punto de vista social y económico, tanto directa como indirectamente. Dicho informe precisa, con datos de 2009, que las actividades relacionadas con la central han generado un valor de 20,1 millones de euros en los comercios locales, eso, sin hablar del gasto presupuestario por habitante que tiene Trillo, superior a 2.000 euros, o la inversión per cápita, que asciende a más de 899 euros. Sin contar con que disponen de un conjunto de infraestructuras sociales, sanitarias, educativas, culturales y deportivas que representan el 7% de las instalaciones de toda la provincia, mientras que la población de la zona significa el 3% en el conjunto de Guadalajara. En un momento en el que se ha discutido mucho sobre la conveniencia, o no, de ubicar instalaciones de estas características en la provincia, o en la región, estos datos vienen a reforzar la idea de que no se puede demonizar a esta industria que se convierte en una de las más rentables. Y sino juzguen ustedes mismos, con la que está cayendo y su actividad ha tenido un impacto positivo, que se ha notado en la tasa de empleo: directa e indirectamente, la central ha creado 445 puestos de trabajo. No se trata de estar a favor o en contra, ahora consiste en aprovechar su presencia en nuestra provincia rentabilizando, al máximo, el dinero nuclear.