“Turismo rural” en el Valle de la Arquitectura Negra

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al director
MªJOSÉ RAMOS SABATIÉ / Majaelrayo
De un tiempo a esta parte los vecinos de los “pueblos negros” venimos sufriendo las consecuencias de ciertas campañas dedicadas a atraer el mal llamado “turismo rural”. Y digo mal llamado, porque a mi entender, turismo rural significa turismo atraído por todas las cualidades ofrecidas por el mundo rural: paz, armonía con el entorno, amor a la naturaleza, etc..
Pero aquí, parece ser “otra cosa”. Llenan casas rurales enteras ( de 10 a 20 individuos) de energúmenos que vienen a la paz de nuestro entorno, con el único objetivo de emborracharse hasta niveles indecibles ( hemos llegado a recoger en la carretera gente que se había quedado en coma etílico), ocasionando innumerables molestias acústicas a los vecinos. Cosa que por otra parte, les trae absolutamente sin cuidado. Despedidas de solteros, bodas.. cualquier excusa es valida para alquilar una de esas casas y ponerse a hacer el bestia. En verano la cosa se agudiza, pues muchas de esas casas han construido “piscinas”, o sea bañeras al aire libre, para resultar más atractivas a la hora de competir unas con otras y llevarse, nunca mejor dicho, el turista rural al agua. Las noches son largas, unos a otros se animan a grito pelado a saltar a la piscina. Y nosotros, sin pegar ojo. Pido una reflexión:
• A las autoridades encargadas de animar el turismo en la zona..
• A los encargados de portales de turismo rural( y sino, vean el video colgado por unos de esos “energúmenos” en la Pagina Web de “Toprural”)..
• A los propietarios de “casas rurales” (que también padecen las actuaciones de este tipo de clientes)...
• A la “agencia de bodas” operativa en la zona...
¿Podrían dirigir su publicidad a otro tipo de público, más respetuoso con su entorno?
¿Tan difícil es poner unas normas de uso de las casas rurales, que prohíban molestar el sueño de los vecinos?
Confiamos en que hasta ahora, no se habrán dado cuenta del efecto nocivo de sus negocios sobre el vecindario. Confiamos en que, leyendo esto, sabrán ponerle remedio. Y digo confiamos, pues esperamos comprendan que ni es justa ni agradable la situación actual, y no podemos soportar por mucho tiempo que siga existiendo.