Un atropello que podía haberse evitado

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Precaución, amigo conductor… y debería decir también amigo peatón. Este vieja estrofa representa una máxima que, a veces, pierden de vista tanto quienes circulan en un vehículo como quienes van a pie. Durante la mañana de ayer, la calle Francisco Aritio de la capital fue testigo de un suceso que despertó la expectación de los vecinos de la zona. Hacia las 10.00 horas, una mujer de 82 años que se dirigía a la estación de Cercanías sufría un atropello a la altura del concesionario Citröen.
Aunque en una primera revisión sus heridas parecían leves, tras una exploración más exhaustiva en el Hospital Universitario se constató que su estado era grave. La Policía se encuentra investigando el caso para averiguar si fue una imprudencia o una distracción el origen del suceso. Y es que la Policía ha descartado ya el exceso de velocidad y la ingesta de bebidas alcohólicas como causa del atropello, ya que el control de alcoholemia del conductor dio negativo y la medida de su frenada reveló que no superaba los límites de velocidad. Aún con todo, la concejala de Tráfico y Seguridad, María José Alonso, reitera que es necesario ser prudente mientras se circula y no olvidar que no se está solo en la carretera.