Un buen alcalde

Juan Santos Guzmán Canalejas (Santi para todos), con tu permiso, Sr. Alcalde que fuiste del pueblo de Alhóndiga, el tuyo, en anteriores elecciones. Cuando te presentaste para serlo y sorprendiste a propios y extraños, incluido al que suscribe. Tú lo tenías claro y lo conseguiste. Sin embargo no te iba a resultar fácil querer hacer cosas (porque tenías ganas) en tiempos de crisis como ahora y menos en un municipio como el nuestro, en el que según apreciaciones al Marte, el dinero siempre brilló por su ausencia. No te encogiste por ello y te pusiste a trabajar y mitrar hasta debajo de las piedras para encontrarlo. Y empezaste a hacer cosas de poca importancia, si quieres, pero prácticas y necesarias. Seguiste con mayor volumen hasta el día en que llegó alguien con dores economistas vaticinando que tu racha constructora había llegado a su fin. Cálculos, a ojo, precisos daban por hecho que tus obras habían terminado con el dinero ahorra que tus anteriores en el cargo os habían dejado. Tu callabas y seguiste haciendo cosas, tantas, que hoy no es posible dar cuatro pasos sin utilizarlas. Bien es cierto que en tu empeño supiste rodearte de un gran equipo, sin el cual te hubiera resultado imposible culminar con éxito los proyectos más importantes que llegaron más tarde, y que no enumeramos aquí por ser se sobra conocidos. Termino diciendo que en mi amplio recorrido ya he tratado a algunos alcaldes buenos y otros no tanto, pero entre ellos y en mi modesta opinión, tú, Santi, fuiste uno de los que amó y quiso a su pueblo, porque hechos son amores… y los pusísteis ahí en beneficio de todos.