Un castillo de Guadalajara oculta terroríficas historias

30/06/2022 - 15:54 Redacción

El castillo de Riba de Santiuste, cerca de Sigüenza, ha sido lugar de reunión de los miembros de Nueva Acrópolis, organización internacional sin ánimo de lucro ni propósito claro. Y tiene fantasma, Manuela, a la que el presentador Íker Jiménez dedicó un reportaje en el programa Cuarto Milenio y cuya referencia sale en multitud de páginas web de viajes, entre ellas la de El Blog de El Viajero de El País.

Según se explica en la página web guadalajaramisteriosa.es, el nacimiento de la historia del fantasma del castillo es muy reciente. Las investigaciones del periodista David Cuevas y del historiador Juan José Sánchez-Oro preguntando entre los escasos vecinos que viven en el pueblo, confirman que nunca habían oído hablar de esta leyenda del fantasma, “pero sí de otras muchas en relación al castillo: la historia de la gallina de los huevos de oro, la del cerro del ahorcado, o la de la subida de los muertos, y que quedan perfectamente reflejadas en el folklore de la zona”. 

Sin embargo, prosigue la publicación, “ha sido en los últimos años cuando han surgido diversas historias, relatos, testimonios de fenómenos paranormales acaecidos en el interior del castillo y relacionados supuestamente con apariciones espectrales”, se afirma en la web. El más famoso de ellos es el de la dama blanca; diversas personas del pueblo aseguraban observar a una mujer ataviada con una larga túnica blanca que se asomaba a las almenas del castillo, e incluso algunos afirmaban haber escuchados sus lamentos. “Estas apariciones se hicieron bastante populares, e incluso la mujer fue bautizada por los habitantes de la Riba como el fantasma de Manuela”

Según guadalajaramisteriosa.es, todo indica que su nombre apareció por primera vez en una sesión de ouija, quizá en una de tantas sesiones espiritistas y esotéricas que se hacían habitualmente, cuando el grupo Nueva Acrópolis estaba allí asentado. 

“La voz popular nos ofrece dos posibilidades. La primera opción es que Manuela, según las leyendas de la zona, en la época de la Reconquista, allá por el siglo XI, era la hija del señor del castillo, y omitiendo sus deberes de fidelidad ante su matrimonio de conveniencia se enamoró de un joven cristiano con el que mantuvo una relación, su padre al enterarse hace justicia decapitando a Manuela en la pila de una de habitaciones del castillo”. Desde entonces el espíritu de Manuela lleva siglos vagando por pasillos y salas del castillo buscando respuestas que expliquen su cruel muerte.

Según esta leyenda, el padre, después de darse cuenta de lo que había hecho, arrepentido acabo con su vida, y también se le escucha penando en las entrañas del Castillo. 

“La segunda opción apunta a que Manuela seria el espíritu de una mujer, una cantinera que acompañaba a los soldados en el asedio del castillo en 1452, a los que cuidaba cuando estaban enfermos, y les proporcionaba amor en las frías noches castellanas, y que murió de forma trágica entre sus muros”.

Unos dicen que estaba con las tropas castellanas del Dean López de Madrid, y otros, con los soldados navarros dentro del castillo.