Un mal 'remake'

17/01/2012 - 00:00 Redacción


  Si echamos la vista atrás podemos darnos cuenta del espejismo en el que durante la última década ha vivido nuestra provincia. Ahora, inmersos en una crisis que parece no tocar fondo se puede reflexionar acerca del crecimiento ficticio de la economía española y del desarrollo poblacional de una Guadalajara que se vio imbuida por el boom de la construcción y que ahora se encuentra con muchas parcelas por construir, muchos proyectos que duermen en el cajón de los justos por falta de presupuesto y muchos sueños por cumplir. La provincia se convertía en el paraíso de los que buscaban un lugar donde fijar su residencia y buscar una calidad de vida que no se encontraba en la comunidad vecina, en Madrid. A ellos se sumaban los muchos inmigrantes que fijaban aquí su residencia gracias a la facilidad que existía para encontrar un puesto de trabajo. Entonces, existía casi el pleno empleo. Sin embargo, las tornas han cambiado. Muchos son los llegados de otros países que, ahora, retornan a sus lugares de origen o que, simplemente, intentan buscarse la vida en otros puntos de España. Ya lo apuntaban desde la Delegación Diocesana de Migraciones la semana pasada, ayer los datos se confirmaban por el Instituto Nacional de Estadísticas: en los últimos 12 meses se registraron 2.363 inmigrantes, frente a 2.481 emigrantes en nuestro territorio. Esto significa que se arroja un saldo negativo de 118 personas. España, Guadalajara, ha dejado se ser la panacea para convertirse en una tierra que ofrece pocas oportunidades. A todos se nos vienen a la cabeza aquellas décadas en las que los pueblos se quedaban vacíos, los jóvenes buscaban las oportunidades de futuro en las grandes ciudades y sólo los más mayores se mantenían fieles a sus raíces. Lo que hasta hace muy poco creíamos una época olvidada retorna hoy como un remake de una mala película. Muchas han sido las apuestas institucionales para revitalizar comarcas rurales de nuestro entorno, y se han dado grandes pasos adelante. A pesar de ello, la temida recesión parece estar poniendo la zancadilla a los pasos dados, lo que nos lleva a plantearnos la solidez de los mismos.condenado a muerte a una zona, que cuenta por las escasa ayudas y las promesas incumplidas.