Un nuevo Plan de Ordenación Urbana
18/02/2016 - 23:00
La noticia del inicio de los trabajos, que tardarán varios años en concluirse, para que Guadalajara disponga de un nuevo Plan de Ordenación Municipal (POM) que regule su crecimiento como ciudad, es muy positiva, aun cuando esta aprobación sea pura necesidad por no estar ya adaptado a la legislación vigente el actual, del año 2000, y por tanto ser inútil para afrontar el futuro. Aun así el anuncio tiene mucho de simbólico por lo que representa. A principios de siglo, en un momento de boom económico y urbanístico, se aprobó un ambicioso plan que optaba por un consumo excesivo del suelo y preveía que nuestra capital tendría 130.000 habitantes en 2017. La realidad es que tendrá unos 83.000, después de experimentar una pérdida de población. En 2008 se iniciaría el avance de un nuevo documento dirigido por el arquitecto José María Azquiaga, que se paralizaría en 2009 ante la evidencia de la crisis inmobiliaria y financiera. Ahora, en 2016, se retoma aquel contrato con igual arquitecto, y sin coste añadido para el Ayuntamiento, para dibujar la Guadalajara de las décadas de los años veinte y treinta de este siglo. La música suena a recuperación económica, a diseño de futuro y tiene que gustarnos como también el hecho de que sobre él trabajen todos los partidos políticos, colegios profesionales y ciudadanos, porque en la diversidad de ideas y criterios podrá cimentarse una acertada visión de los nuevos tiempos para esta ciudad. El impulso llega además en la misma semana que conocemos que los presupuestos regionales dejarán en 2016 casi once millones de euros para un nuevo Hospital y los dos millones iniciales para la compra de los terrenos del futuro campus universitario, dos infraestructuras que serán realidad en esa Guadalajara que ahora empieza a dibujarse. Una vez más no nos queda más remedio que pedir a todos los actores políticos y sociales que trabajen unidos por encima de las siglas y de los intereses para dejar a las generaciones que nos sucederán un lugar mejor donde desarrollar sus proyectos de vida. La responsabilidad de cualquier persona es construir y dejar como legado una sociedad más próspera que la que ellos heredaron. Solo así las ciudades crecen y evolucionan. Esperemos que el POM cumpla con este objetivo.