Un paso atrás para coger impulso

06/09/2013 - 00:00 Redacción

 
No está todo perdido. Si apelamos al dicho popular de que “el que la sigue, la consigue”, podríamos decir que, lejos de las primeras lecturas pesimistas, Molina de Aragón está hoy un poco más cerca de conseguir la calificación de Geoparque. Aunque en el marco del Comité de Coordinación de la Red Europea y la duodécima Conferencia europea de geoparques, que se ha celebrado en el Geoparque italiano Cilento and Vallo di Diano no se haya dado el sí definitivo a esta distinción. Sin embargo, tampoco se ha cerrado la puerta a esa nueva condición. Descartado el de El Hierro, el de la Comarca de Molina-Alto Tajo se ha quedado, como el paraje con más posibilidades de conseguir esa designación para un futuro. Antes de diciembre, se deberá presentar un informe en el que se destaque su personalidad diferenciada en relación con los geoparques del entorno más próximo, celosos de su singularidad. Se abre, pues una nueva etapa, que a buen seguro podría acabar con el reconocimiento definitivo para 2014.
 
  No se ha llegado hasta aquí para, ahora, tirar la toalla. Eso no es propio del carácter molines. Todavía quedan fundadas esperanzas, a juzgar por las buenas impresiones expresadas por la comisión encargada de la evaluación de la candidatura a geoparque tras su visita el pasado mes de julio. Y es que no podemos renunciar a la posibilidad de entrar a formar parte del club de los Geoparques Europeos. En una comarca en la que su lejanía del Corredor del Henates la apartaron, en otras épocas, del crecimiento ligado al boom inmobiliario y al asentamiento industrial, el mantenimiento de su geodiversidad y la belleza de sus paisajes ha impulsado, en los últimos años, la llegada de un turismo que ha servido de alivio económico pero que ahora también sabe de crisis. Por eso, el conseguir entrar a formar parte de este selecto club de parajes naturales podría venir a impulsar esa nueva economía que da, casi, sus primeros pasos. Así que no es el momento de desánimos sino de unir fuerzas para conseguir ese impulso que acabe con el resultado esperado y que venga a reconocer todo el esfuerzo realizado. Es el momento de dar un paso atrás para coger impulso.