Un San Isidro "especial" en Azuqueca

Guadalajara homenajeaba ayer al patrón de los agricutores. Municipios como Cogolludo, Alarilla, Almonacid, Cobeta, Escariche, Jadraque, Horche,Yunquera, o incluso, la propia capital, sacaban en procesión al santo que en otro tiempo protegía las cosechas y guardaba los intereses de los labriegos. Aunque este espíritu sigue vivo en muchas comarcas es, sin duda, en Azuqueca donde dicha fiesta sigue teniendo mayores raíces históricas. Ahora la actividad económica ha cambiado y la agricultura ya no tiene el peso de antaño pero la localidad, eminentemente industrial, no renuncia a sus orígenes. De ahí que durante estos días se haya preparado un importante programa de actos festivos. De hecho estas fiestas son, después de las Ferias de septiembre, las de mayor calado que se celebran en el municipio. Recuerdan el pasado agrícola de la localidad y sirven de homenaje a todos los antepasados que durante muchas generaciones trabajaron la tierra por lo que es una celebración donde están presentes “la tradición y la modernidad”, como ha asegurado en más de una ocasión el alcalde, Pablo Bellido. Además, dentro de ese homenaje a las raíces de Azuqueca, destaca la Fiesta de La Espiga, que fue declarada por unanimidad de Interés Turístico Provincial en el Pleno de abril de la Diputación. Una comitiva compuesta por un carro tirado por un animal que transportaba mosto, personajes caracterizados de labradores que distribuyeron los tradicionales bollos y un grupo de dulzaineros que recorrieron las calles del centro de Azuqueca hasta el parque de La Ermita, donde se recogieron las espigas para entregar a las personas queridas se convirtió en todo un espectáculo. Una fiesta que este año se vivía de forma especial por contar con el reconocimiento provincial, aunque siempre se celebra con cariño, pues se trata de una de las tradiciones más antiguas del municipio (en el año 1785, en el Interrogatorio de Lorenzana ya figura que el Titular de la villa era este santo) que se conserva..