Un Tenorio con reconocimiento regional
inalmente, el Tenorio Mendocino celebrará su vigésimo edición con su declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional bajo el brazo. Aunque los organizadores se temían lo peor al no haberse publicado este reconocimiento en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha a cuatro días de las primeras representaciones, al final la declaración comprometida por el propio José María Barreda saldrá publicada en el DOCLM el viernes, con lo cual podrá presumir de su nueva condición haciendo coincidir la misma con sus 20 años de vida. El Tenorio Mendocino volverá a recorrer las calles de la capital durante este fin de semana presumiendo de ser una de las pocas fiestas de prestigio regional (junto con las procesiones de la Semana Santa) que tiene la ciudad. La iniciativa ya cumple dos décadas y con ellas llega el reconocimiento administrativo, que no el social, ya que desde hace años, la cita se ha convertido en ineludible para los amantes del buen teatro. Todo se remonta a la noche del 31 de octubre de 1992 en la que un grupo de capistas, estudiantes, poetas, y otras gentes de Guadalajara salieron a sus calles para celebrar el viejo rito-mito de don Juan bajo la denominación del Tenorio Mendocino. La idea consistía en airear la antigua y amable costumbre de recordar al Burlador a través de los populares versos de don José Zorrilla, en las vísperas de los Difuntos, pero poniendo el acento en la época en que el autor vallisoletano enmarca su Tenorio, mediados del siglo XVI y en la evocación de la rica historia de nuestra ciudad en aquellos tiempos, a través de sus personajes y monumentos. Este hermanamiento de versos e historia de Tenorios y Mendozas ha conseguido algo difícil y a la vez gozoso: que la ciudad lo sienta como propio y que sus gentes, de alguna manera, se sientan más protagonistas que espectadoras en su desarrollo. Sin duda el reconocimiento regional está más que justificado.