Una estación de autobuses del siglo XXI

28/10/2010 - 00:00 Redaccion

La estación de autobuses sufrirá un lavado de cara durante los próximos meses. Las obras, que anunció hace meses el Ayuntamiento capitalino, ya han empezado y en ellas se invertirá un total de 200.000 euros. Se va a actuar dentro de la estación, donde se arreglará la cubierta -cuyos desperfectos provocaban constantemente numerosas goteras en el hall y humedades en otras áreas de la estación- y los aseos -que han generado no pocas polémicas y que se reformarán totalmente. Pero no sólo eso, sino que también se llevarán a cabo trabajos en el exterior, concretamente en la superficie de entrada y salida de los autobuses (que se pavimentará de nuevo y se subsanarán los problemas de acumulación de aguas), en las propias dársenas y en las aceras y las zonas estanciales que utilizan los usuarios para esperar a los autobuses. Sin embargo, la pregunta es sí estos trabajos serán suficientes como para que la ciudad presuma de una estación propia del siglo XXI. Las instalaciones, que inaugurase siendo alcalde Javier de Irizar, más de dos décadas atrás, están deterioradas. Cualquiera que pasee por ellas puede dar fe de su estado. Si bien es cierto que su ubicación y distribución es adecuada, se podría decir que inmejorable, lo cierto es que el transito de más de un millón de usuarios y casi 100.000 autobuses anuales pasa factura, al igual que los años. Resulta envidiable ver cómo en otras localidades la administración local y regional alcanzan acuerdos como el firmado en Toledo por el cual se invirtieron tres millones de euros en una renovación global de la estación de la capital regional. Aquí, el tira y afloja constante al que nos tienen acostumbrados las dos administraciones, por ser de distinto signo político, parece haber encontrado en la estación de autobuses un nuevo caballo de batalla y un motivo de enfrentamiento. De momento nos tendremos que conformar con las actuaciones puntuales promovidas por el Ayuntamiento pero la Junta de Comunidades debería empezar a pensar que más temprano que tarde la estación necesitará una remodelación integral que necesitará su apoyo económico. Eso sí, de poco servirá su voluntad si no hay entendimiento..