¿Una falsa primavera?
18/10/2011 - 00:00
Los acontecimientos del anterior fin de semana en Egipto, en los que han muerto asesinados más de una veintena de cristianos coptos (25 según datos oficiales), han vuelto a poner sobre el tapete la precaria situación en la que se encuentra la incipiente democracia de Egipto. Los ataques a la libertad religiosa no son nuevos.
Los cristianos, por desgracia, los conocen bien y han pasado por situaciones similares a lo largo de su milenaria historia de sufrimiento y paz en tierra egipcia. Aunque el futuro del país es incierto, hay una puerta a la esperanza.
Con su participación activa en la vida social y política, los cristianos dan ejemplo concreto de lealtad y trabajo a favor del bien común. En este momento dramático los cristianos no quieren renunciar a ofrecer su aportación para conseguir una paz social basada sobre la recíproca aceptación de todas las comunidades del país. Esperemos, con la ayuda de todos, que puedan hacerlo. Pero es lógico que ha de ser con la ayuda de todos y, especialmente de todos los egipcios.
Mientras no desaparezca la discriminación y persecución, especialmente hacia las minorías no musulmanas, los supuestos brotes estarán anunciando, desgraciadamente, una falsa primavera.