Una opción más…

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

EL COMENTARIO
NURIA FERNÁNDEZ. Periodista
En medio de maremoto de la crisis que cada día azota más y más, se agradecen noticias como las que hace unos días nos dio a conocer la Diputación provincial de Guadalajara.
La firma de un convenio de colaboración entre esta institución y la Fundación Ancestros cuyos máximos responsables son los paleontólogos que están dirigiendo, desde hace años, las excavaciones de Atapuerca. Gracias a este convenio se estudiarán las actividades que se podrían llevar a cabo para conseguir que sea más conocida dentro y fuera de nuestra provincia. De momento se habla de una exposición, un documental y un concierto aunque sólo es una declaración de intenciones.
A algunos puede parecerles una frivolidad destinar dinero público a hacer estudios sobre antiguallas de este tipo cuando hay muchas familias que no saben de donde van a sacar dinero para pasar el mes, pero lo cierto es que la firma de este convenio es un chispazo de ilusión entre tanta noticia agria. El acuerdo viene a demostrar una vez más el giro que está tomando esta institución a la hora de apostar por la cultura y por la recuperación de nuestro patrimonio. Un estudio que permitirá no sólo investigar más sobre nuestra historia, si no aumentar las posibilidades de promoción turística de nuestra provincia. Es un una opción más dentro de las muchas posibilidades que tiene Guadalajara, una provincia que hasta ahora ha sido “vendida” dentro y fuera de nuestra región, principalmente por sus valores paisajísticos mientras sus recursos monumentales, sobre todo iglesias y conventos, languidecen por no tener el respaldo económico necesario para recuperarlas. La firma de este convenio supone una apuesta de futuro que nace de partida con una gran ventaja que no podemos olvidar: el acuerdo cuenta con el respaldo de científicos, Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez que son dos referencias mundiales en el mundo de la paleontología, eso dará sin duda una mayor proyección a nivel nacional e incluso internacional sobre todo si se decide continuar investigando y documentando lo que allí hay.
Las bases ya se han sentado, ahora sólo falta esperar para ver si el proyecto despega. Lo más importante es que no se quede en una mera declaración de intenciones como ocurrió con el Alcázar de Guadalajara, un proyecto que levantó gran expectación y que vuelve a estar otra vez sumido en el olvido.