Una política de hechos y no de planes
20/07/2011 - 18:13
El discurso de la nueva presidenta de la Diputación provincial de Guadalajara, Ana Guarinos, estuvo muy en consonancia con la filosofía de los pronunciados por María Dolores de Cospedal en su investidura y su posterior toma de posesión. Sus compromisos han sido muy claros y demandan una alta exigencia que se deberá autoimponer durante los próximos cuatro años, un estilo de hacer política que deberá transmitir al equipo que la rodeará. La racionalización del gasto público y la austeridad serán las señas de identidad de este nuevo Gobierno, anunció. En esta línea reducirá las vicepresidencias, los integrantes de la Junta de Gobierno, las comisiones informativas, las asignaciones a partidos y dietas. Entre sus objetivos se encuentra mejorar la red de carreteras, infraestructuras hidráulicas, centros comarcales, Consorcio de Residuos, relaciones laborales e institucionales, turismo, agricultura, ganadería, eficiencia energética y tejido empresarial. Su política, como ya transmitió en su entrevista a Nueva Alcarria, será de hechos y no de planes, algo que todos los ciudadanos están demandando para lograr el objetivo que se persigue: la salida de la crisis y la recuperación de la prosperidad que hace cuatro años tenía la provincia de Guadalajara. Para lograr este objetivo, el papel de las diputaciones es más importante que nunca, ante el desamparo que atraviesan los pueblos, sumidos muchos de ellos en deudas inasumibles que les impiden, en la mayoría de los casos, afrontar los gastos derivados de su mantenimiento. La cooperación provincial para garantizar la asistencia técnica, económica y jurídica es fundamental. Guarinos se encargó ayer de defender la necesidad de esta institución, en la línea establecida por el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, en Pontevedra. Sin embargo, para lograr que estas prestaciones se puedan seguir levando a cabo, es absolutamente necesario reducir la deuda.