Una sucesión de actos delictivos e irresponsables

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Conducir por las calles de la capital totalmente borracho, sin carné de conducir –retirado tras haber cometido otra infracción el pasado noviembre–, de forma temeraria, saltándose semáforos en rojo e invadiendo el sentido contrario, sin tener, además, la documentación del vehículo en regla, y protagonizar una huida delante de una patrulla de la Policía Local, y todo con 21 años de edad, es un verdadero peligro, a menos que el individuo cambie.
El chico ha sido detenido y se le ha celebrado un juicio rápido, pero lo más probable es que no vaya finalmente a la cárcel, como suele suceder, y si va, tampoco lo hará por mucho tiempo. Pero ése no es el verdadero problema y el peligro de esta situación. El verdadero problema hubiera llegado si, durante esa huida y esa conducción temeraria, este conductor se hubiera llevado por delante la vida de una persona, algo no muy complicado, teniendo en cuenta que con una tasa de alcohol de 0,95 miligramos por litro de aire espirado uno ni ve, y menos cuando son las tres de la mañana. Más que cuestión de cumplir la ley es cuestión de responsabilidad, que parece ser que este conductor no sabe lo que es; y como él, muchos.