UPyD: "Un Día de la Región, artificial y controlado"

02/06/2013 - 00:00 UPyD

  
  
 UPyD ha estado presente en la celebración de un nuevo Día de la Región que Castilla-La Mancha ha conmemorado en Cuenca hoy, a la par que festejaba el treinta aniversario de las primeras Cortes regionales, constituidas de forma oficial el 31 de Mayo de 1983, una fecha cardinal para entender el amplio proceso autonómico llevado a cabo en todos estos años, a través del desarrollo de su articulación democrática.
 
  UPyD ha estado representada por un ilustre miembro de su actual Consejo Territorial, Juan Andrés Buedo. En la historia de este edificio tuvo una especial trascendencia y jerarquía el ex presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Bono, que ha afirmado en el preludio del acto, ante los medios de comunicación, que para superar la crisis económica hace falta "generosidad y pensar que en el bienestar de los españoles vale más que si ganan las elecciones PSOE o PP o incluso los dos juntos". Volvemos a encontrarnos con las miradas fragmentadas y vacilantes de ese bipartidismo que, inerte y desmadejado, ha ocasionado una paralizante enfermedad que la actual presidenta autonómica, María Dolores de Cospedal, tiene bloqueada por completo: la fractura en las clases medias, la cual se ve agravada y, lejos de su atención por los gobiernos populares, una parte importante de ellas parece haber agotado las pocas reservas que les quedaban y el pesimismo paraliza a los que todavía poseen algunos recursos para gastar.
 
  De esta circunstancia surge esa mala consideración de los ciudadanos hacia los partidos políticos que ha recordado Bono, quien resaltó dicha incidencia para apoyar su consideración de que el sistema político en general atraviesa un mal momento. Y particularmente dentro del territorio castellano-manchego, como Celia Cámara la Coordinadora Territorial de UPyD Castilla-La Mancha ha expuesto en sus múltiples declaraciones pretéritas. Según J. Andrés Buedo “Sociológicamente todo el despliegue ha rodeado un acto artificial y excesivamente controlado.
 
  Pues un enorme gentío de políticos ha impedido asistir a la ciudadanía real y específica castellano-manchega, que eran a los que había que felicitar por su lucha y su cotidiano quehacer dentro de este modelo, distinguido con la deseada construcción político-administrativa de la autonomía en 1983. A lo sumo, Cospedal ha aprovechado el marco del Auditorio de Cuenca para trasladarles un disfrazado e irresoluto mensaje de redundante optimismo, impuesto desde la frágil unidad de las fuerzas democráticas, de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y con un endeble conjunto de los agentes sociales, económicos, y de todo el movimiento asociativo, que pedía este 31 de mayo” Ha faltado participación y la culpa se halla en la estructura actual de los partidos políticos dominantes en Castilla-La Mancha en el momento presente. UPyD nunca hubiera organizado un acto tan constreñido como el hecho por Cospedal y los suyos hoy en Cuenca. Necesitaba articularse este episodio de una manera más abierta, de modo que desde un principio obviase las protestas –por otro lado minúsculas- solventadas a las afueras del Auditorio por plataformas, colectivos y movimientos asociativos defendiendo derechos sociales y laborales.
 
  UPyD Castilla-La Mancha debe acusar de débil, incierto y ambiguo a este gobierno, que ha atenazado el cotidiano quehacer de las clases medias castellano-manchegas, sufriendo un conjunto de medidas injustas, inaceptables y culpables de la recesión económica y social padecida en estos instantes. Del discurso de Cospedal hoy; promesas de vaivén y meros propósitos e intentos políticos en años. Esa es, sin duda, su intención: mucho poder y poco servicio al pueblo, podrían haberse evitado y, así, impedido muchos de los males sufridos por los ciudadanos de la Región si, en lugar de aplicar el neoliberalismo copioso, nos hubiera pedido consejo a los Grupos de Reforma del Consejo Territorial de UPyD de Castilla-La Mancha.
 
   Se habrían obviado los recortes indiscriminados, recaídos sobre una injusta cancelación de amplias parcelas del Estado social; derivando en paro, pobreza, retrocesos democráticos y madurando la presente decadencia institucional, cuya autonomía pide cada día más acciones e intervenciones como las previstas en el programa electoral de UPyD Castilla-La Mancha.
 
   De las cosas que este partido acepta del discurso de Cospedal es su calificación hecha a los premiados en el acto institucional del Día de la Región, considerándolos como un “ejemplo de perseverancia, buen hacer y búsqueda de la excelencia en sus ocupaciones”. En este sentido, ha asegurado que todos ellos “representan el espejo en el que los castellano-manchegos nos reflejamos”. Durante su intervención, la presidenta de la Junta de Comunidades ha detallado el importante papel que desarrolla cada uno y que les ha hecho merecedores de recibir los galardones del Día de la Región.
 
  A todos ellos, la presidenta también ha querido darles las gracias “por llevar Castilla-La Mancha en el corazón y por hacerse eco de su tierra en las ocupaciones que desarrollan todos los días”. El Gobierno de Castilla-La Mancha premió con la Medalla de Oro a las unidades de mujer y menor de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (GRUME Y EMUME), con la Medalla de Plata a la organización territorial de la ONCE en la región con las Distinciones de Hija Predilecta y Adoptiva, para Paloma Gómez Borrero y María Dueñas, y las Placas al Mérito Regional para cinco órdenes religiosas, los restauradores de Maralba, el Bohío y Las Rejas- (Manuel de la Osa, José Rodríguez y Fran Martínez), para la Asociación provincial de Agricultura y Ganaderos de Guadalajara, y para la empresa Incarlopsa.
 
  Al lado de ellos UPyD Castilla-La Mancha quiere que todos los ciudadanos de la Región se unan en un proyecto que saque de la paralización actual la vida política, económica y social, que baje la presión fiscal, olvide los recortes sociales y ponga en marcha acciones reparadoras de una crisis tan desigualitaria. UPyD demanda que no se tome a las personas como medios para conseguir unos resultados que no llegan por ninguna parte; antes bien, deben marcarse como fines en sí mismas, tal y como requiere la dignidad de cualquier ciudadano y menos promesas inseguras, equívocas y confusas hechas por la débil política de creación de empleo practicada por el Gobierno de Cospedal, atado por el dogma de la austeridad, y prometida para el futuro sin empatía alguna con lo que está ocurriendo en la calle. Evidentemente, si detrás de las magnitudes macro y microeconómicas con las que definen sus políticas PP y el PSOE, fueran capaces de ver los rostros de las personas que las sufren, probablemente, las cosas irían mejor.