Vacaciones

24/08/2015 - 23:00 Pedro Villaverde Martínez

  Uno no sabe si se cumple del todo lo que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua dice sobre vacaciones cuando afirma que “es la suspensión de los negocios o estudios por algún tiempo”. Siempre es tiempo propicio para el descanso, incluso para quien no esté demasiado cansado, pues ya se sabe que también el no hacer nada cansa. Cierto que hay muchas formas de vacaciones. En nuestro país habíamos alcanzado un cierto nivel de bienestar que nos permitía hacer unas vacaciones un poco más largas y visitar a quienes les guste tierras distintas. Pero esto de la crisis ha dejado los bolsillos vacíos aunque el turismo parece empieza a remontar tanto el año pasado como este 2015. Hemos hablado muchas veces, y esperamos seguir haciéndolo, del veraneo en los pueblos. Antes resultaba una manera de reencuentro con los amigos y vecinos que emigraron a la ciudad y sólo por vacaciones y algún fin de semana era el tiempo del reencuentro. Ahora los fines de semana, junto con los “puentes” hacen a esos pueblos casi como una segunda vivienda. Los pueblos se han arreglado y acondicionado sus casas para esas “minivacaciones” y permiten tener la vida de antaño pero con las comodidades de ahora. Todo esto ha sido fruto del progreso, del cambio en las formas de vida y del bienestar alcanzado. Sea como fuere, nuestros pueblos tienen hoy un muy saludable aspecto y gozan de unas infraestructuras bastante aceptables. Por supuesto que todavía se puede y debe mejorar en bastantes cosas…pongamos por ejemplo la cobertura para móviles tan necesaria en todos y para todo y ausente todavía en algunos, sin duda por la siempre ley de la economía. Nuestros gobernantes no deben sólo mirar y favorecer los grandes núcleos sino también a esos pequeños en los que todavía, y a pesar de lo dicho, muestran estas y otras carencias como la mejora en las vías de comunicación. Y tenidas estas deficiencias en cuenta y el buen ánimo de los gobernantes por irlas subsanando, pueden estos pueblos, que ya lo son, convertirse en unos lugares muy propicios para muchos que buscan y gustan alejarse de las siempre ruidosas ciudades. Pero ya sea en pueblos, ya en los lugares más poblados, las vacaciones se han convertido en casi una necesidad.