Valía más allá del sexo

09/03/2012 - 00:00 Redacción


Hablar de igualdad entre hombres y mejores resulta, más si cabe, una utopía si tenemos en cuenta cómo está afectando la recesión a las mujeres. En un día como el de ayer en el que se celebraba el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se ponían de manifiesto las buenas intenciones de las administraciones que se contraponían con unas estadísticas demoledoras. Después de años luchando por la igualdad real en distintos ámbitos como el laboral, entre el sexo femenino y el masculino, aún hoy las pruebas evidencian que queda mucho camino por recorrer. De la dramática cifra de 5,2 millones de parados españoles, 2,4 son mujeres que quieren trabajar (irónicamente en eso sí parece que la mujer ha alcanzado las mismas cuotas que los hombres). Ellas comienzan fuerte en la etapa universitaria (son el 54,1%) y tienen mejores calificaciones que sus compañeros masculinos (obtienen el 71,4% de los títulos de grado y de máster), pero esa proporción no se refleja en la vida laboral. Las féminas ocupan la mayoría de los empleos a tiempo parcial, perciben un 22% menos de salario y desempeñan menos puestos de responsabilidad. Todo sin un argumento justificado y haciendo del género el mayor obstáculo para un importante colectivo que demuestra estar preparado para desempeñar cargos de mayor responsabilidad y con mayor remuneración. Sin embargo, el hecho de que sea la mujer sobre la que recae tradicionalmente el grueso de las cargas familiares se convierte, lamentablemente, en un muro infranqueable al existir el tópico de que por ello, en teoría, disminuye su disponibilidad. (Todo lo contrario, eso demuestra su entrega, su espíritu de sacrificio y su capacidad de trabajo). Si a eso se suma la maternidad y el coste económico que eso implica para la empresa privada, obtenemos la fórmula del fracaso que nos lleva a no conseguir la igualdad real. La crisis profundiza, además, en esa brecha y relega la lucha a un segundo plano, en el que las mujeres tienen un peor punto de partida. Pero por ello no habrá que resignarse de ahí la relevancia de jornadas como la de ayer que sirven para poner de manifiesto que la valía va más allá del sexo. un poco más tranquilos.dos para que la capital esté cada día más limpia y más habitable.