Vanguardia seguntina
01/10/2010 - 09:45
Por: MAR GATO. MADRID
La sala de arte de Caja de Guadalajara de la capital acogió en la tarde de ayer la presentación del libro Pintores de Sigüenza, de Lorenzo de Grandes y Alicia Davara. Un acto cultural al que acudieron María Antonia Pérez León, presidenta de la Diputación de Guadalajara, y José Luis Ros, presidente de Caja de Guadalajara, como patrocinadores del libro.
Pintores de Guadalajara representa la reivindicación de los grandes pintores de la provincia de Guadalajara y otros relacionados con el pueblo de Sigüenza. Pero, sin duda, recoge buena parte de una investigación periodística emocionante acerca de la vida del pintor seguntino Francisco Santa Cruz y de la que se creía, hasta el momento, su obra perdida entre los avatares de la guerra. Nueve meses de minuciosa e intensa labor de investigación entre hemerotecas y archivos condujo a los dos periodistas autores de la obra a encontrar un nexo de unión con el pintor, un sobrino que, asombrosamente, conservaría gran parte de la obra artística del autor. Casualidades de la vida, este hecho se produjo en el mismo año en el que se cumplían los 50 años de la desaparición del autor.
Acto seguido a la presentación de esta biográfica publicación, se inauguró la exposición 50 años en el olvido de Francisco Santa Cruz, una muestra de 42 obras que forman parte de este legado artístico del pintor, que asciende a más de 400 pinturas y 1.000 dibujos. La muestra resume las tres etapas del pintor: ultraísta, surrealista y grabado, tendencias que dan muestra del ilimitado poder creador de este intelectual de las corrientes vanguardistas, que llegó a ser amigo de Dalí, Bores o Picasso. Hombre curioso y avanzado a su tiempo, el atrevimiento de sus obras no dejará indiferente a nadie, expresa de Grandes.
La colección, que ya estuvo expuesta a finales del pasado año en el lugar que le vio nacer, permanecerá en la capital hasta el 15 de febrero, desde donde se dirigirá al Museo de Arte Moderno de Madrid.
Acto seguido a la presentación de esta biográfica publicación, se inauguró la exposición 50 años en el olvido de Francisco Santa Cruz, una muestra de 42 obras que forman parte de este legado artístico del pintor, que asciende a más de 400 pinturas y 1.000 dibujos. La muestra resume las tres etapas del pintor: ultraísta, surrealista y grabado, tendencias que dan muestra del ilimitado poder creador de este intelectual de las corrientes vanguardistas, que llegó a ser amigo de Dalí, Bores o Picasso. Hombre curioso y avanzado a su tiempo, el atrevimiento de sus obras no dejará indiferente a nadie, expresa de Grandes.
La colección, que ya estuvo expuesta a finales del pasado año en el lugar que le vio nacer, permanecerá en la capital hasta el 15 de febrero, desde donde se dirigirá al Museo de Arte Moderno de Madrid.