Ventura y Perera, unidos en la Puerta Grande
Rejoneador y torero de a pie cortaron dos orejas cada uno en la Corrida de Primavera de Guadalajara (Crónica y Galería fotográfica).
(Galería Fotográfica)
La liturgia de la puntualidad taurina quedó rota con el retraso del equipo médico. “A las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde”, escribió Lorca en el llanto del torero amigo Sánchez Mejías. Pocos espectáculos marcan sus tiempos de forma tan estricta como la tauromaquia. Pendientes siempre de la manecilla del reloj para que el presidente asome el pañuelo del comienzo. No fue el caso del sábado en Las Cruces, ya que el paseíllo se demoró en casi media hora. Roto el rito y el mito, no hubo noción del tiempo a la hora de marcar comienzos y tampoco finales. Tal le ocurrió a Perera, que alargó tanto la faena al Garcigrande sexto, que a punto estuvo de escuchar el tercer aviso al querer rebañar la oreja que le asegurara la puerta grande.
El escaparate de toros, procedentes de hasta cuatro ganaderías distintas, trajo la lógica disparidad de hechuras. También la tarde se dividió en dos espectáculos claramente diferenciados: el de Ventura a caballo y el de Perera a pie. Agua y aceite de una mezcla bipolar en la que tan sólo se reunieron ambos en la salida a hombros.
Por delante echó Perera el toro del suegro, un escurrido y brocho segundo con el hierro de Capea. Las manos por delante en el saludo delataron las fuerzas medidas. Crudo lo dejó en el caballo, al igual que al resto. Sangre para una muestra de laboratorio. Y así el toro apretó en banderillas. La nobleza no tapó la falta de raza del animal. La testa, siempre por la nubes al finalizar el muletazo. Sin descolgar ni humillar, no ayudó nada en la hora de la estocada y tras el pinchazo, lo cazó Perera con un espadazo habilidoso. Con los cuatro años recién cumplidos, asomó el toro del Puerto; ganadería emblemática de Las Ventas. Corto de manos en la hechura, fue el que transmitió mayor emoción. La prontitud fue su principal virtud y la materializó el torero en varias series dejándole llegar de lejos. La inercia del viaje y la calidad de la embestida cimentaron las tres series más importantes de la tarde. Respondió el toro a la poderosa muleta de Miguel Ángel por ambos pitones, pero en el único intento al natural no logró Perera acoplarse igual.
El atigrado Garcigrande que cerró plaza se dañó los cuartos traseros en el inicio del trasteo y el consecuente calamocheo condicionó una faena tan insustancial como larga. Perera se aferró a la puerta grande con ímprobo esfuerzo y epilogó la obra con su habitual toreo de cercanías. Tanto quiso exprimir al toro que cuando sonó el primer aviso, aún no había montado la espada. Los dos avisos fueron tan sólo un recordatorio que no ensombrecieron la petición y la intencionada salida en hombros.
Frío resultó el comienzo de la tarde para Ventura con el basto primero que abrió plaza. El galope de costado en banderillas consiguió conectar con los tendidos en el segundo tercio. Dejó llegar al toro y casi recibiendo lo batió antes de colocar la farpa. La explosión del quiebro a lomos de 'Vivaldi' hizo crecer la vibración de la faena de menos a más, con un toro que adoleció de brío y empuje. Los cinco pinchazos emborronaron la obra. Hubo de encelar Ventura los muchos pies de su segundo Cortés de Moura. De embestida chochona, lo lució Ventura con varios cambios de trayectorias por los adentros que calaron en los tendidos. Lució especialmente con ‘Importante’, una de las grandes novedades de la cuadra para la temporada, y quiso dar consistencia a la faena con piruetas y recursos. El rejonazo, que cayó trasero, no fue óbice para desembocar en una oreja de cuestionable petición.Más rotunda fue la labor del quinto, con el que lució sobre ‘Nazarí’ como baza segura de la cuadra. Quitó el bocado al caballo ‘Dolar’ y sin dirección de la montura dejó un gran par a dos manos que sirvió de colofón. Las cortas, esta vez sí, tan hilvanadas como reunidas, coronaron una faena rematada con medio rejón en buen sitio, a cuyo fin paseó la oreja que hizo de llave de una nueva puerta grande.
FICHA TÉCNICA
- -Plaza de toros de Las Cruces. Sábado 21 de abril de 2018. Corrida mixta de primavera. Menos de media entrada en los tendidos. Preside Fernando Toquero asesorado por Alfredo Ramos. Toros de María Cortés de Moura para rejones (1º, 3º y 5º) y Carmen Lorenzo (2º), Puerto de San Lorenzo (4º ) y Domingo Hernández (6º) de diferentes hechuras y comportamientos. Quedo el 1, manejables 3 y 5, desrazado el 2, con mayor emoción el 4 y noble el 6, que se lastimó.
- -Diego Ventura, de chaquetilla gris marengo: cinco pinchazos y rejón (silencio). En el tercero, rejón muy trasero y descabello (oreja). En el quinto, medio rejón en buen sitio y descabello (oreja).
- -Miguel Ángel Perera, de turquesa y oro: pinchazo y estocada (silencio y aviso). En el cuarto, pinchazo hondo y descabello (aviso y oreja). En el sexto, estocada (2 avisos y oreja).