Verano manchado de sangre
01/10/2010 - 09:45
Editorial
Muchos hacían ayer las maletas para iniciar el periodo vacacional por excelencia, el mes de agosto. Sin embargo, todas las fuerzas institucionales quisieron hacer un alto en el camino a punto de iniciar para mostrar su rechazo al último atentado de la banda terrorista ETA. Dos jóvenes guardias civiles destinados en la localidad mallorquina de Palmanova se convertían en las víctimas 827 y 828 de los terroristas.
De nuevo han elegido a este Cuerpo como objeto de su ira asesina. Por ello, la presencia de guardias civiles ayer en la concentración celebrada en la capital alcarreña cobraba especial significado. Los miembros de la Benemérita en Guadalajara, como sin duda ocurre en toda España, pudieron sentir el apoyo y el cariño de todos los ciudadanos, que saben del buen hacer y el servicio que prestan estos agentes en la defensa de los derechos y libertades de los españoles. Representantes institucionales de distinto signo político se congregaron ayer en distintos puntos de la geografía provincial para mostrar su rechazo a los métodos asesinos de ETA que, una vez más, ha elegido un escenario turístico de excelencia para lograr que sus asesinatos tengan la mayor repercusión internacional posible. Como afirmó el propio presidente Barreda, no disponen de ningún móvil que justifique la barbarie y aseguró que se trata de una banda de mafiosos que han organizado su modo de vida en torno a la extorsión, la violencia, y el asesinato. Sin embargo, la sociedad española y las fuerzas gubernamentales hace ya tiempo que decidieron no ceder al chantaje de la banda, a pesar de que esta negativa siga regando de sangre las vidas de muchas familias que hoy lloran la muerte de los agentes Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salva Lezaun. La bandera que hay en la glorieta de las Víctimas del Terrorismo de la capital sigue ondeando en defensa de la libertad que los ciudadanos de este país quieren, persiguen y defienden.