Villar de Cañas se lleva el ATC

  La incógnita nuclear se despejaba ayer. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, proponía en el Consejo de Ministro que Villar de Cañas en Cuenca se convierta en la localidad que albergue el almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares de alta actividad y combustible gastado del que tanto se ha venido hablando en Guadalajara. No en vano Yebra era uno de los municipios postulados con más probabilidades, aunque la oposición popular del entorno parece haber tenido su peso. Se cumplen ahora dos años desde que Miguel Sebastián, abriera el proceso de presentación de candidatos, el 29 de diciembre de 2009, con la intención de que el Gobierno decidiera el municipio definitivo. Las distintas convocatorias electorales y los posibles malos réditos políticos que podía suponer una decisión de esta envergadura hizo que los socialistas abandonaran el poder sin dejar resuelta esta asignatura pendiente. Ha tenido que ser Rajoy, recién llegado a la Moncloa el que ponga punto y final a un proceso que se venía demorando durante décadas y que supone una importante sangría para las arcas del Estado (60.000 euros diarios por mantener los residuos en suelo francés). Y una vez tomada la decisión ahora queda analizar la idoneidad de la ubicación. Si bien es cierto que otras localidades contaban con mayor puntuación en los informes previos elaborados, también lo es que en el municipio conquense no existía tanta oposición popular como en otras poblaciones. Desde el principio el alcalde lo ha considerado como un modo de dinamizar la economía local, tanto es así, que ayer equiparaba la decisión con haberles tocado la “lotería”. Y por otra parte, el PP castellano-manchego siempre ha mantenido el argumento de que Guadalajara había cubierto su cuota nuclear pero que no se consideraban antinucleares de pro. El propio Gobierno regional consideraba positivamente que esta infraestructura supondrá una inversión de más de 750 millones de euros y que podría generar más de 1.000 empleos directos e indirectos. La suerte ya está echada: Villar de Cañas se lleva el ATC, ahora sólo el tiempo dirá si se cumplen las expectativas y los compromisos.ndo la adopción de medidas a partir de las recomendaciones formuladas en los informes.