Visita del Papa a Santiago de Compostela y Barcelona

07/11/2010 - 00:00 José Sánchez

El Santo Padre Benedicto XVI nos visita en este fin de semana. El sábado, día 6, acude como peregrino a Santiago de Compostela y el domingo, día 7, a Barcelona, para consagrar o dedicar el templo votivo de la Sagrada Familia. Los dos acontecimientos, la peregrinación del Papa a Santiago y la dedicación del templo de la Sangrada familia, constituyen por sí mismos sendos mensajes, no sólo para los cristianos de Santiago de Compostela y de Galicia, de Barcelona y de Cataluña, sino para todos los católicos en España; más aún, para todos los cristianos y para todas las personas de buena voluntad, que quieran aceptarlos. La peregrinación es la expresión de la vida misma; la peregrinación a Santiago, a la tumba de un Apóstol, el primero de los Doce en dar la vida por el Señor, significa caminar al encuentro del Señor y del Maestro por la mediación y a ejemplo de sus testigos; significa la vuelta a los orígenes, la recuperación de las raíces, el intento de actualizar en nuestros días la doctrina, la vida y la persona de Aquel que fue para Santiago, para su hermano Juan, para los Doce y para todos los testigos que le han seguido la suprema y última razón de su existencia, de su ministerio, de su vida y de su muerte, su Maestro y su Señor, su Camino, su Verdad y su Vida. Santiago y el Camino de Santiago han marcado de modo determinante la historia del Cristianismo en España, en Europa y en buena parte del mundo. La referencia a esta realidad, en continuidad con “un grito lleno de amor” del Papa Juan Pablo II a la vieja Europa, en Santiago, el 9 de Noviembre de 1982 – Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces” - es inevitable. Como también lo es la llamada a nuestra Iglesia en España y a nuestro pueblo a ser fieles a su historia en uno de los aspectos más ricos, tanto desde el punto de vista religioso, como cultural, como humanista, como de la acogida, del servicio, de la solidaridad y del amor cristiano, marcas inconfundibles del Camino de Santiago. Por lo que se refiere a la celebración del Santo Padre en el templo de la Sagrada Familia en la moderna, cosmopolita y altamente secularizada ciudad de Barcelona, es indudable que el Papa Benedicto XVI quiere evidenciar con este gesto la importancia que él da y que tiene la familia y el permanente valor de la Sagrada Familia de Nazaret como referencia obligada e ideal de toda familia, en todo tiempo y lugar; también en la sociedad moderna y secular. El templo cristiano de la Sagrada Familia, plantado en medio de la ciudad, como uno de los monumentos más importantes, emblemáticos y visitados, constituye todo un símbolo del valor de la familia, y de la familia religiosa, y una llamada a recuperar y hacer presentes en medio de la ciudad secular los valores y los comportamientos que el Hijo de Dios Encarnado y viviendo en el seno de una familia, junto con su Madre María y con San José, nos han dejado como guía y camino en nuestro tiempo. No cabe duda de que la consagración del templo de la Sagrada Familia en Barcelona es también un merecido reconocimiento y un homenaje a su autor y primer constructor, Antonio Gaudí, original arquitecto y artista y ejemplar cristiano, en proceso de ser elevado a los altares. Muchas más cosas, más bellas y mejor dichas podemos escuchar del Santo Padre en estos dos días de gracia de su Visita Pastoral a nuestra Iglesia y a España. Dispongámonos todos, antes que nada con la oración por el Santo Padre y por el fruto espiritual de su Visita, en presencia o por los medios de comunicación, y a seguir con fidelidad su invitación y su ejemplo de peregrino y de mensajero y testigo del Evangelio de la Vida y de la Familia.