¿Vuelve el uranio?

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al directo
JOSÉ ANTONIO LÓPEZ-PALACIOS VILLAVERDE Responsable de Medio Ambiente de Izquierda Unida
El día 26 de marzo del presente año, a instancias de Izquierda Unida, el Pleno de la Diputación Provincial de Guadalajara aprobaba, por unanimidad, una propuesta por la que la Corporación provincial mostraba “su rechazo a cualquier tipo de prospecciones, investigaciones o explotaciones de mineral de uranio en la provincia de Guadalajara”.
Con esta propuesta, los diputados de la Institución entendían que así se preservaría la salud de los habitantes de la zona afectada, y otros de zonas limítrofes al área de explotación. Igualmente, se valoraba que la explotación que pudiera producirse iba en contra de las potencialidades, tanto naturales como turísticas de la comarca, que se verían arruinadas en caso de que se siguiera adelante con la intención de sacar el uranio a la luz.
A partir de ese momento, los pronunciamientos de diferentes Instituciones, incluidos algunos Ayuntamientos de la zona de Calatayud, han seguido el rumbo marcado por la Diputación provincial y han mostrado su rechazo a la posible explotación de las reservas de uranio que existen en la comarca de Mazarete, incluyendo Aragoncillo. La posición de Izquierda Unida en lo concerniente a la energía nuclear es bien conocida desde siempre. Estamos en contra de las centrales nucleares y, por consiguiente, de la explotación del mineral que suministra el “combustible” para ellas. En esto, al menos nosotros, no tenemos contradicciones sospechosas. Porque veamos: ¿Se puede ser contrario a la explotación de la minería del uranio y ser favorable a la energía nuclear? O: ¿Puede uno estar en contra del ATC (Almacén Temporal Centralizado) y estar a favor de que se sigan produciendo residuos nucleares? Para nosotros, ni se puede ni se debe. El ciclo del uranio responde a una lógica unívoca: primero se extrae el mineral, después se reprocesa, luego se “enriquece”, más tarde se “quema” en centrales nucleares y, por último, se almacena durante miles de años intentando que no “perjudique” a nadie. Que no contamine a nadie. Pero, ¿quién lo puede garantizar? Ningún gobierno, de ningún país, ha sido capaz hasta ahora de impedir accidentes en el ciclo del uranio, ni los EEUU (recuerden el caos que se produjo en Harrisburg por el accidente en Three Miles Island) o la catástrofe de la central ucraniana de Chernobil, cuyos efectos perniciosos aún perduran en una buena parte de Europa. Los casos de fallos en centrales nucleares, instalaciones de todo tipo y transportes de combustible gastado se cuentan por decenas, así que: “quien evite la ocasión evitará el peligro”. Oponiéndonos a que se extraiga el mineral de uranio nos garantizamos que no se incrementarán las toneladas de residuos radiactivos. Esa es la lógica con la que trabaja Izquierda Unida y que quisiéramos trasladar al conjunto de la ciudadanía
Para Izquierda Unida, oponerse a la extracción del mineral de uranio es oponerse a la utilización de la energía nuclear y oponerse a que se sigan produciendo residuos radiactivos que, más pronto que tarde, deberemos almacenar. ¿O es que no queremos residuos en Guadalajara y sí los queremos en Albacete, Toledo o Cuenca?
Las declaraciones interesadas, de personas y partidos, que pretenden estar en los dos lados de la trinchera nuclear no son admisibles, porque no cabe tibieza en este asunto.
Los ciudadanos de Guadalajara deben conocer con claridad las posiciones, favorables o contrarias, al ciclo nuclear. Izquierda Unida es una fuerza antinuclear. ¿Qué es el PP? ¿Qué piensa el PSOE? Que lo digan ellos.