¿Y qué pasa con los huérfanos de padres suicidados?
24/04/2012 - 16:04
Hailee Steinfeld tiene 14 años y es uno de los rostros más populares del nuevo Hollywood, desde que protagonizara el filme titulado Valor de Ley.
La adolescente actriz vuelve a los titulares de los medios de comunicación. Steinfeld es la intérprete de la nueva campaña de publicidad de una importante multinacional de la moda. Permanece en una actitud hueca y teóricamente suicida, sentada sobre las vías del tren.
Por otra parte, Japón tiene la esperanza de vida más alta del mundo: 77,6 años para los hombres y 84,6 para las mujeres. Una elevada longevidad, indicio de buena salud. El aumento de personas que cometen jisatsu (suicidio en japonés) preocupa a las autoridades niponas.
Según diversos estudios, las causas principales son los problemas de salud: 41,1%, las dificultades económicas; 31,5%, los problemas familiares; 9,4% y el paro; 6,6%. Yukio Nishimura, director de Suicide Prevention Center-Tokyo, afirma que reciben más de 10.000 llamadas al año; cerca de la mitad son empleados y hombres de negocios que sufren estrés en el trabajo.
Los suicidios inducidos por exceso de trabajo se estiman en cerca de 5.000 al año, debido a la racionalización masiva de muchas empresas, dice Hiroshi Kawahito, secretario del National Defence Council for Victims of Karoshi.
El profesor Yoshimoto Takahashi, del Tokyo Institute of Psychiatry, afirma que en Japón el suicidio es una forma de muerte que no se puede remediar. Si alguien quiere suicidarse, ¿cómo se puede evitar?. Sin embargo, en el Japón moderno, el suicidio está considerado como una lacra que conlleva un fuerte estigma para la familia.
Con los suicidios, cerca de 12.000 niños quedan huérfanos cada año. El número de jóvenes de menos de 20 años que han quedado sin la protección paterna a causa del suicidio, se estima en unos 120.000 japoneses. Ante esta situación, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar ha presupuestado 350 millones de yenes para llevar a cabo una campaña publicitaria que ayude a la prevención del suicidio. En la sociedad nipona, faltan principios religiosos que les hagan ver que el suicidio es un acto intrínsecamente malo.
Por encima de Japón se encuentra China, con cerca de trescientos mil suicidios al año ocupando el número uno en cifras absolutas. Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, Japón ocupa el número 17 entre las naciones con mayor frecuencia de suicidios son Finlandia, Suiza, Francia, Bélgica y Dinamarca. Rusia y los países del ex bloque soviético son los más proclives al suicidio.
Alejandro Dumas aseveró que: El mayor de los delitos es el suicidio, porque es el único que no tiene arrepentimiento. Es importante subrayar que el suicidio es un acto morboso, decadente y cobarde, afirmó el director de cine alemán Oliver Hirschbiegel.
La adolescente actriz vuelve a los titulares de los medios de comunicación. Steinfeld es la intérprete de la nueva campaña de publicidad de una importante multinacional de la moda. Permanece en una actitud hueca y teóricamente suicida, sentada sobre las vías del tren.
Por otra parte, Japón tiene la esperanza de vida más alta del mundo: 77,6 años para los hombres y 84,6 para las mujeres. Una elevada longevidad, indicio de buena salud. El aumento de personas que cometen jisatsu (suicidio en japonés) preocupa a las autoridades niponas.
Según diversos estudios, las causas principales son los problemas de salud: 41,1%, las dificultades económicas; 31,5%, los problemas familiares; 9,4% y el paro; 6,6%. Yukio Nishimura, director de Suicide Prevention Center-Tokyo, afirma que reciben más de 10.000 llamadas al año; cerca de la mitad son empleados y hombres de negocios que sufren estrés en el trabajo.
Los suicidios inducidos por exceso de trabajo se estiman en cerca de 5.000 al año, debido a la racionalización masiva de muchas empresas, dice Hiroshi Kawahito, secretario del National Defence Council for Victims of Karoshi.
El profesor Yoshimoto Takahashi, del Tokyo Institute of Psychiatry, afirma que en Japón el suicidio es una forma de muerte que no se puede remediar. Si alguien quiere suicidarse, ¿cómo se puede evitar?. Sin embargo, en el Japón moderno, el suicidio está considerado como una lacra que conlleva un fuerte estigma para la familia.
Con los suicidios, cerca de 12.000 niños quedan huérfanos cada año. El número de jóvenes de menos de 20 años que han quedado sin la protección paterna a causa del suicidio, se estima en unos 120.000 japoneses. Ante esta situación, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar ha presupuestado 350 millones de yenes para llevar a cabo una campaña publicitaria que ayude a la prevención del suicidio. En la sociedad nipona, faltan principios religiosos que les hagan ver que el suicidio es un acto intrínsecamente malo.
Por encima de Japón se encuentra China, con cerca de trescientos mil suicidios al año ocupando el número uno en cifras absolutas. Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, Japón ocupa el número 17 entre las naciones con mayor frecuencia de suicidios son Finlandia, Suiza, Francia, Bélgica y Dinamarca. Rusia y los países del ex bloque soviético son los más proclives al suicidio.
Alejandro Dumas aseveró que: El mayor de los delitos es el suicidio, porque es el único que no tiene arrepentimiento. Es importante subrayar que el suicidio es un acto morboso, decadente y cobarde, afirmó el director de cine alemán Oliver Hirschbiegel.